CHICOTE CFC

Hemos hecho de la imagen premisa de nuestra certeza, algo que por supuesto ha dejado de ser una referencia válida. De ahí parte el "Simbiosismo", de establecer una pugna en un intento por abrirnos los ojos ante la facilidad que existe hoy en día para manipular nuestra opinión tergiversando y transformando las cosas por medio de la transformación de la imagen hasta que todo parezca creíble. Nace como respuesta a la preocupante y acuciante necesidad de contrarrestar la masiva proliferación por adulterar la realidad mediante la manipulación de cualquier representación visual, lo que sin duda nos puede llevar a un entorno basado en el engaño y la trampa, impidiendo encontrar cierta noción conocida o parecida a nuestra actual realidad. De ahí que el arte en simbiosis como salvaguardia pretenda eliminar de la imagen todo elemento reconocible apoyándose simple y únicamente en lo trascendental del individuo y de las cosas, bien sea lo que se percibe por medio de las sensaciones, intuiciones o sentimientos. Huye de mostrar una realidad engañosa y manipulada para centrarse en lo profundo y básico de las cosas. El artista sabe que urge la necesidad de hacerse con el control de la imagen y no que sea ésta la que se haga con el control de nuestras vidas, de ahí que proponga llevar a la fotografía a un terreno de abstracción que nos permita huir de una más que dudosa y supuesta realidad. El “Simbiosimo” o “Arte Simbiótico” como tendencia, pretende ser elemento transgresor instaurado con el firme propósito de revertir ese implantado estereotipo que hace de la imagen fundamento y premisa de nuestras vidas. Crea obras cuya realidad efectiva "imagen de la cual parte y que parece ser evidente e innegable" se desvanece con idéntica facilidad con que lo hace la propia ficción. Esto se apoya en la idea de que hoy en día y sin duda cada vez más, nuestra aparente realidad refleja ser una fuente menos fiable de información, resulta prácticamente imposible encontrar imágenes publicadas que no hayan sido retocadas, modificadas o mejoradas e incluso nuestra realidad cotidiana escapa con más frecuencia a la visión de autenticidad que hasta hoy conocíamos, pues comenzamos a sumergirnos en realidades virtuales paralelas o metaversos manipulados que nada tienen que ver con nuestro conocimiento o discernimiento actual y llegará un momento en que dudaremos por completo de cuál es verdaderamente nuestra realidad. Por tanto, el artista simbiótico partiendo de la escasa fiabilidad de toda imagen, la utiliza simplemente como medio para llevar a cabo su obra, pero se desprende por competo de su concepción original, la desestructura y la descompone hasta forjar su propia interpretación, eso sí mucho más personal, pero que parte no de lo que observa, sino de lo que siente, piensa y opina acerca de los esos acontecimientos y de cómo los vive. ¿Y cómo lleva a cabo todo ello el artista…? por medio de una “Metáfora Visual”. Todo comienza con el análisis y la opinión crítica de unos hechos y acontecimientos para desembocar en una metáfora visual, o lo que es lo mismo "una transcripción alterada hecha imagen de cualquier definición, concepto o explicación”. Una representación completamente subjetiva, pero muy peculiar de cómo entiende, cómo son y cómo suceden para él los hechos a través de la información que obtiene o recaba por los distintos medios. El “Simbiosismo” en artes plásticas, supone dar un salto cuantitativo y cualitativo en cuanto a técnica y procedimientos se refiere, pues sus formas y métodos habían perdurado anclados en la tradición sin apenas cambios a lo largo de cientos de años, logrando de nuevo posicionar a la pintura súbitamente en el cenit de la vanguardia artística y tecnológica de nuestro tiempo. No pretende imitar ni copiar nada de lo que hasta ahora se ha venido realizando, sino que persigue crear obras que de otra manera resultaría tediosamente difícil de lograr con tan sólo el recurso de unos pinceles y la mano del artista. El nivel de detalle, la perfección y la agilidad que los nuevos medios aportan serían impensables de otro modo sin la ayuda de la tecnología, pilar básico del “Arte Simbiótico".​ Ahora el fotógrafo ya no es mero testigo presencial que intenta capturar momentos o acontecimientos, es también protagonista partícipe en el desarrollo de su trabajo, pinta sobre su obra, es pintor y es fotógrafo.