Seguramente sea imposible erradicar y evitar la corrupción. Puede se haya de considerar esto como algo congénito adscrito a la imperfección del ser humano, pero una gran parte de ella tiene su origen sin duda alguna en la ignorancia. Se producen errores no intencionados entre los profanos cuando uno desconoce las atribuciones de su cargo. La falta de práctica y la inexperiencia son motivo de errores a veces difícilmente reparables. Mentes yermas en su gobierno bajo la cual se nos intentar hacer claudicar en aras de que el impositor logre una posición de beneficio en despachos de vital relevancia para sus intereses, son vehículo sin conductor. Democrático no es el sistema que se sustenta bajo la opción de un gobierno no elegido por el pueblo. Llevar a cabo una pantomima de plebiscito electoral para que a posteriori diálogos de trastienda interactúen en un intento por reemplazar aquello que por “vox populi” fue aprobado, es insultar la inteligencia del elector. Son los votantes quienes se han de equivocar, pero los apaños partidistas para recolocar a sus correspondientes representantes políticos hacen estragos una vez concluida toda celebración de referéndum. Apostar por hacer claudicar al pueblo en un intento de filtrar a puestos de vital relevancia individuos mínimamente preparados conduce al fracaso y al desgobierno.

"Artimañas en diálogos sordos de peleas por el poder en aras de tomar posiciones de influencia. Un sistema de partidos en la que sin duda primero ha de prevalecer el interés del partido por encima de la de los intereses generales, no beneficia en nada a un sistema”

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”