Hemos alcanzado la comunicación global. Podemos llegar a obtener y a compartir en tiempo real información y hasta el más mínimo detalle de lo que acontece en cualquier parte del mundo en momento cualesquiera que nos resulte necesario. Pero compartir supone poner en conocimiento de otros toda una serie de datos más o menos relevantes que nos pueden hacer perder con relativa facilidad la privacidad y la individualidad. Con el dulce caramelo que nos incita a participar en muchos grupos sociales en los que poder llegar ser un auténtico "Influencer" o en su caso quedar apartado y al margen de todo contacto social, hemos logrado hacer de la red uno de esos elementos que evalúan el estatus del individuo, en el que se cumple la premisa de o "estás o no eres". Cuanto más información compartas y más presencia obtengas en las redes sociales más influyente puedes llegar a ser. El usufructo que los dueños de las redes mundiales pueden obtener de nuestra información les pone en situación de poder interactuar y condicionar a voluntad el movimiento de nuestras vidas, de nuestros gustos y de nuestros deseos. Ese valor es el que tratan de acaparar las multinacionales para hacer de uno mismo el mejor y más directo elemento de marketing dentro de su entorno social.

"¿Hilo de unión o todo un entramado de ataduras...? Todo ese nexo que formaría parte del encuentro y el acercamiento entre personas que pretendía ser la red de redes, está quedando reducida a una trampa orquestada de la que se resuelve difícil salir sin antes haber revelado y expuesto nuestra intimidad. No será tan fácil romper los hilos."

““Ciencia y Cosmos” es parte del título de una serie secuencial de obras que hacen referencia a aquellos logros y descubrimientos científicos o tecnológicos que le han permitido al ser humano obtener un salto cualitativo y cuantitativo en su desarrollo.”