Dialektische und begründete Grundlage, Entstehung der Arbeit
Cualquier forma de gobierno que fuere honestamente democrática sería perfectamente válida si existiese una firme y verdadera voluntad de respeto a sus normas y nulos niveles de corrupción. Los problemas en los cuales se encuentra inmerso el ser humano no tienen su origen en un asunto superficial de colectividad, ni en el sistema de gobierno ni en su entorno, sino en lo más profundo de su individualidad, en su falta de integridad y de juicio. El buen gobierno comienza por saber gobernarse a uno mismo con sinceridad y cordura antes de precipitarse a juzgar los actos de los demás. Un buen sistema legislativo comienza por respetar completamente uno mismo las normas y no sólo por obligar a que sean los demás quienes las hayan de cumplir, eso nos haría sin duda la vida mucho más sencilla y menos oprimida pues no serían necesarios tantos sistemas de seguridad ni tanta policía e inspectores que controlaran nuestros movimientos. El ser humano se engaña a sí mismo continuamente y pretende que los demás se crean aquello que tan si quiera él es capaz de aceptar. Por desgracia todo empieza a sabiendas de que ni los que nos gobiernan ni los que nos juzgan son honestos.
"Dudo seriamente que resulte correcto denominar civilizado a un ser capaz de matar por placer. Este inmenso mar de individuos al que nos hemos empeñado en llamar civilización, impregnado de la intolerancia y la incapacidad para dialogar, forma parte de una enorme colmena que jamás podrá funcionar bajo la anarquía."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”