Dialektische und begründete Grundlage, Entstehung der Arbeit
El jardín de las delicias es una de las obras más conocidas del pintor neerlandés Jheronimus Bosch (el Bosco). Es una obra de contenido simbólico, sobre la cual se han ofrecido variadas interpretaciones, como “El carro de heno” o “La mesa de los pecados capitales”, obras, todas ellas, adquiridas por el rey Felipe II de España, gran admirador del pintor, y guardadas durante algún tiempo en el Monasterio de El Escorial. Obedece sin duda a una intención moralizadora y satírica que iba a hacer fortuna ya en su época, como demuestra la temprana aparición de copistas e imitadores. Ésta en concreto es considerada como una de las obras más fascinantes, misteriosas y atrayentes de la historia del arte.
En la variante basada en la obra de "El Bosco" que realiza "Chicote CFC" conjuga las tres escenas del tríptico formadas por el paraíso, el infierno y el jardín del edén en una sola y única representación. Se desentiende aquí de todo ornamento y elementos de ambiente y sintetiza la representación en un conglomerado de personas que fluyen a través de las tres etapas en que se distribuye la obra. En ella se añade un elemento que el "Bosco" omite en su obra y que es el momento del juicio en el que las almas son conducidas al cielo o al infierno. En una parte inferior de la representación los hombres actúan a lo largo de su vida al libre albedrío tan sólo conducidos por el adalid de sus vidas que no es otro que el tiempo y la edad hacia el escenario del juicio en el que aguarda la figura de "Jesucristo" juez, representado en color rojo, para liberar sus almas enviándolas al cielo o en su contra al infierno, ubicados ambos respectivamente en la parte superior derecha e izquierda de la obra.
“Sine Qua Nom” expresión latina que significa “sin la cual no” hace referencia a una serie de trabajos de inspiración clásica que aborda la tarea de versionar obras de grandes artistas de todos los tiempos que en algún momento han resultado relevantes en la vida, en el aprendizaje y en la personalidad del artista. Tal y como el título indica condición y elemento fundamental en la historia del arte. En ningún momento pretende ser copia o símil de la obra original, simplemente intenta proyectar una visión renovada de síntesis abstracta adaptada a los gustos y la estética de los planteamientos actuales de algunos de los temas que trataron los clásicos.”