Uno de los grandes problemas de nuestra sociedad es que parece funcionar mejor durante aquellos períodos en los cuales la mayor parte de la población permanece inmersa en la ignorancia. Pero no es eso todo lo peor, sino el hecho de que al parecer al ciudadano de a pie no le incomoda en demasía ser considerado y tratado como tal, puede que peque de resultar excesivamente conformista, lo que hace inevitable proliferen con facilidad grupos de poder e influencia exentos de escrúpulos con una gran capacidad de manipulación. Se preocupan de disponer a merced de quien plazca, intrascendentes placeres, de elevar a imagen de ídolo a un puñado de triviales individuos con los que puedan soñar y crear pequeñas alternativas con las que vivir para mantener a todos contentos y en disciplina en pos de obtener estabilidad social en tanto que ellos mueven y manejan los hilos del poder. A unos pocos inconformistas origen y causa de puntuales algaradas y levantamientos se les busca con prontitud una posición relativamente cómoda y de cierta influencia para mitigar el problema. Poco importa, una vez alcanzado cierto status, haber traicionado a aquellos que en su día les otorgaron voz. Esto sin duda conduce a un empobrecimiento intelectual colectivo y a la eterna e injusta brecha de clases sociales que jamás interesará erradicar en favor del monopolio de los poderosos.

"El irresoluble problema matemático de geometría de hallar un cuadrado que posea un área que sea igual a la de un círculo dado, tan sólo es equiparable al difícil o casi imposible problema de eliminar las clases sociales por cuantos intereses existen para que perduren."

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”