Dialektische und begründete Grundlage, Entstehung der Arbeit
De horizontes por momentos infinitamente claros, en otros tan turbios y opacos como sombríos; repletos de un sin fin de fluidos imbebibles e incapaces de respetar fronteras ni demarcaciones, los océanos y mares no entienden ni toleran injerencias ni admiten intrusiones. Perpetran continua y tenazmente con bravura expandir sus límites en una inagotable lucha envalentonados contra enormes muros de costa y rocosos acantilados y de cuántas playas arenosas que ya sucumbieron a sus incesantes mareas e insistente oleaje. Mar del norte, mar del sur, mares de los trópicos o del ecuador, en definitiva muchos pero todos ellos contenidos en un mismo plano. Embadurnados en aguas de saludable placer para el baño e imprescindible maná para pescadores y faeneros, recreo de exploradores y mina de incalculable valor para investigadores, no dejan de ser básica y principalmente cobijo de vida, refugio y hábitat de millones de especies aún multitud de ellas desconocidas y otras cuantas ya desaparecidas. Burlamos con osadía cabalgar sobre su lomo a flote de grandes cruceros para descubrir y conocer nuevos mundos, para alcanzar y sobrepasar ese imposible confín que nos impone la distancia, para batallar depositando el rastro de la muerte y de los que descansan en sus profundidades, pero el mar tiene fronteras... posee límites y no es imperecedero, aunque sí lo es grande, colosal, inmenso y grandioso, tanto como las enormes cumbres que lo detienen y lo contienen en su expansión. Ellas son recipiente y receptáculo en el que se recogen, aúnan y confluyen prácticamente todos los ríos y las aguas distribuidas por el globo; las pasiones, religiones, visiones, ilusiones e imaginaciones de los individuos que habitan este mundo.
"Un duro castigo es el que infringe la mar sobre la costa, un continuo desgaste sobre la roca que el agua salada pule y la filtra hasta menguar y anegar haciéndose dueña de ella hasta quedar soterrada en sus profundidades. El mar recorta a pedacitos la dura tierra, pero esa es una labor eterna y sin fin que apenas amplia sus fronteras"
“Quietud y Flema” es parte del título de una serie secuencial de obras que son una pretendida apuesta por romper con el global de la obra de este autor, en su conjunto dinámica, incesante y de una agitación extrema, tal y como no podía ser de otra manera tratándose de un fiel reflejo del imperante modo de vida en el que se desenvuelve. Un remanso de paz en el que parece reconciliarse con el resto de la humanidad."