Dialektische und begründete Grundlage, Entstehung der Arbeit
En su ansia de poder y conquista el ser humano perpetró años atrás, consciente o inconscientemente, una cruzada en contra de sus grandes y más peligrosos enemigos dentro del planeta, lucha en pro de su propia supervivencia fundamentalmente, pues ciertamente la mayoría de ellos podrían suponer una seria amenaza al verse cuanto menos superado tanto en fuerza, como en agresividad o atributos con los que poder defenderse. Tan sólo el ingenio y el trabajo en grupo le permitieron al hombre conseguir un claro dominio y hegemonía sobre todos ellos, que vieron como uno tras otro, fueron sucumbiendo a su pericia. Tan sólo aquellos, que a pesar de su tamaño no supusieron a priori un riesgo inminente, serían los que a largo plazo acabarían compartiendo el que hoy en día parece el exclusivo hábitat del hombre. Esto sucedió en todos y cada uno de los territorios que fue colonizando, pero aquel medio que durante años no supo, pudo o debido a sus claras limitaciones no se atrevió a dominar fueron las grandes extensiones de agua, mares y océanos. Desde que inició sus primeras incursiones en el mar numerosas leyendas comenzaron a deambular acerca de enormes monstruos que aparecían de las profundidades con mandíbulas capaces de tragarse por completo a varios individuos a la vez, mitos y fábulas que con el desarrollo de la tecnología y nuestro conocimiento se fueron ahuyentando o al menos disipando. Fue gracias a ello lo que les permitió sobrevivir hasta nuestros días. Pero como no, al parecer ha llegado el momento de someter también a los habitantes de los mares. Se les persigue para extraer de ellos todo cuanto nos suponga beneficio y como no, aparte de ser alimento, muchos son la base hoy en día de variopintos productos y elementos del mercado que pasan entre otros por la cosmética. Se sacrifican grandes cetáceos, de manera desproporcionada en sangrientas matanzas que tintan las aguas de un rojo sangre para extraer, a modo de reseña, su provechosa grasa tan lucrativa para la producción industrial. Ejemplares tan maravillosamente descomunales y sorprendentes que no dejan de causar nuestra admiración, poco a poco amenazados y que en unos años únicamente podrán ser observados inertes tan sólo en grandes museos de ciencias naturales disecados en el mejor de los casos o en su simple osamenta en la mayoría de ellos. Puede que nos tengamos a resignar a una labor futura de los arqueólogos en la búsqueda de posibles restos fósiles si llegase el caso de la retirada de los mares.
“Con toda seguridad, como casi siempre, cuando queramos tomar conciencia del problema, será ya tarde para rescatar del exterminio y de la extinción a grandes cetáceos como las ballenas”
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras”