Dialektische und begründete Grundlage, Entstehung der Arbeit
Al parecer, ya a muy temprana edad mostré gran interés y cualidades para el arte, desarrollé una fuerte atracción y gusto por todo lo que el hombre había sido capaz de hacer y de lograr en esta materia, lo que en el desarrollo posterior me indujo de manera autodidacta a leer, documentarme y empaparme de todo cuanto tuviera que ver con dicha disciplina. Admiro a la gran mayoría de artistas, más e incluso aquellos menos conocidos por el público en general que han ayudado a elevar al arte a lo que todos conocemos hoy en día. Se ha conseguido, al igual y junto con otras ramas, una evolución sorprendente y admirable que ha elevado al ser humano sin duda a un escalafón muy por encima del resto de seres vivos. Pero quizás llegó ese momento de su recorrido o evolución en la cual quedó completamente atascado, en la que, no sé si es correcto exactamente afirmar que retrocedió o que volvió a sus orígenes, pero sin duda en la cual se deshizo de gran parte de los valores adquiridos y alcanzados. Me refiero con ello en particular a todos los movimientos que surgieron a posteriori del impresionismo y postimpresionismo, a sus artífices y mentores que creyeron con su trabajo haber logrado algo totalmente nuevo y distinto. Todos estos grandes artistas como lo fueron y son considerados por la crítica, Picasso, Kandinsky o Giacometti entre muchos otros, no inventaron absolutamente nada, simplemente redescubrieron a ojos de Occidente una variante del arte que nunca se consideró genial pero que en algunos casos ya existía de tiempos muy primitivos. No resto ni pretendo quitar valor e importancia a la figura de estos personajes, ni lo que son y suponen en la historia del arte para Occidente, tan siquiera su posible valía cómo artistas plásticos en algunos casos, pero todos esos modelos de los cuales partieron o en los que se inspiraron, como por ejemplo Picasso, con referencias y en base a la cultura nativa, bien africana, sudamericana o de otros continentes, los petroglifos de enorme similitud con la obra de Miró o Matisse e igual modo las esculturas de Giacometti con sus formas estilizadas no muy distantes de los personajes y dibujos hallados en las cavernas de nuestros prehistóricos, no nos descubren ni aportan nada nuevo sino únicamente una vuelta al pasado. El siglo IXX supuso un punto de referencia e interés crucial para el desarrollo de la arqueología, así como la admiración por los vestigios del pasado. Durante ese tiempo se dieron a conocer cosas de nuestro origen y pasado que hasta entonces nos habían resultado completamente ignotas y extrañas lo que supuso y generó gran admiración por y para el resto de la humanidad. Es posible que las tendencias artísticas del este siglo y posteriores se deban simplemente a una necesidad de renovación y de cambio reorientándose hacia el pasado, otorgándole con ello la importancia que realmente tienen o tuvieron en la historia todos esos periodos artísticos ahora de nuevo a la luz pública, pero en cualquiera de los casos ha supuesto un mayor crédito para sus redescubridores que para sus primigenios creadores que aún permanecen y posiblemente continuarán en el anonimato para siempre. Es por ello que tampoco otorgo mayor relevancia a la figura de todos estos artistas de final del siglo IXX y XX que creyeron innovar y renovar el arte. Mucho he leído y aún sigo documentándome, revisando entrevistas y reportajes acerca de ellos y de su obra para lograr asombrarme con su pensamiento y a la única conclusión que me lleva todo ello es a la de reconocer que nos han revertido hacia la simpleza y la belleza de las formas simples y básicas, quizás también a una nueva atracción hacia lo destructivo, pero que por el camino nos hemos deshecho de valores que en un futuro tendremos que volver a la retomar. Posiblemente hayamos iniciado nuevamente un mismo o parecido recorrido ahora desde una dinámica paralela.
“Elegancia, sencillez y simplicidad, nuevos cánones de un modelo de belleza en algunos casos denominada minimalismo”
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras”