Dialektische und begründete Grundlage, Entstehung der Arbeit
Que el ser humano fisiológicamente dispone de un sistema útil y eficiente en tanto y cuanto permanezca en constante equilibrio, eso es algo que no permite descubrir nada nuevo. Se entiende que su organismo alcanzará un mayor y mejor rendimiento, por igual también longevidad buscando dicho principio, pero si le resulta imposible alcanzar esa máxima, habrá de saber que todos aquellos suplementos, elementos y compuestos añadidos aplicados en exceso y los efectos que éstos puedan provocar sobre su cuerpo conducirán a desenlaces muy dispares. Al parecer a todo le sabemos sacar un máximo partido, que a tenor de los intereses particulares o generales pueden ser más o menos beneficiosos dependiendo del fin al cual se destinen. La naturaleza nos aporta una gran cantidad de recursos minerales u orgánicos que una vez tratados, sintetizados o mezclados en ciertas proporciones han supuesto un gran provecho, hasta el punto de mostrarse indispensables como agregados químicos elementales para el apoyo y la recuperación de la salud y del bienestar o en su defecto como lucrativo negocio para quienes lo han desarrollado como agregado de éxito, acompañamiento idóneo de veladas nocturnas para jóvenes y no tanto, en las que se entremezcla con el alcohol y la jarana. Son promesa y garantía de desparrame y elucubración y a pesar de ser una aparente inyección de vitalidad y placer psicótico, por supuesto a medio o largo plazo también se manifestará tan dañino como nada satisfactorio para el individuo y en su repercusión para el conjunto de la sociedad. Este tipo de compuestos conocidos como estupefacientes, entre los que se encuentran muy variadas sustancias que pasan por ser en algunos casos ya antiguas conocidas como la heroína, las anfetaminas y la cocaína, hasta las drogas de más novedoso diseño todas ellas estimulantes o alucinógenos y por supuesto altamente más peligrosas como lo son el Crack, la Metanfetamina, la Whoonga o las denominadas Sales de Baño. Cada año, nuevos compuestos aparecen y se distribuyen ilegalmente a través del mercado negro aun conociendo los riesgos que esto conlleva. Podría responsabilizarse al propio individuo que lo consume e invierte en ello de las consecuencias que acarrea sobre su salud, si eso fuese la única secuela que deja, pero para la sociedad supone una onerosa carga el coste de rehabilitar e insertarles de nuevo a un puesto válido cuanto ya se encuentran muy deterioradas, algo que no siempre se consigue. Al final son individuos débiles a los que resultará tremendamente complicado salir de la dependencia, de ahí que pase por ser un asunto un tanto arduo y delicado de tratar cuando hablamos de permitir o tolerar su libre consumo. Por otro lado, se encuentra el siempre difícil y escurridizo mercado de los traficantes que nunca sabremos hasta dónde alcanzan sus tentáculos, a los que más difícil se resuelve eliminar, pero que de seguro si se legalizasen dichas sustancias desaparecerían en su mayor parte. Todo negocio ilegal es garantía del crecimiento de mafias, contrabando y movimiento negro de dinero, sucio y sin escrúpulos.
"Sustancias maravillosas que para algunos tienen su principal atractivo en su carácter prohibido e ilegal, no dejando de lado la capacidad de evasión que procura por momento limitado"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”