Somos creativos básicamente porque hemos aprendido a serlo y porque nos han enseñado a ejercerlo. Lo mejor de todo consiste en tener conciencia de sentimos realizados cuando descubrimos que somos capaces de llevar a buen término toda esa creatividad obteniendo como resultado algo que nació de la nada, más aún cuando percibimos que se trata de algo único y propio sin nunca antes parangón. Esa creatividad se acentúa y magnifica con los sentimientos y más aún cuanto más extremos resultan ser. Queda patente que somos mayormente imaginativos cuando gozamos y padecemos intensamente, cuando asoman entre los poros de nuestra piel el amor o la pasión, la desilusión o simplemente el dolor, cuando nos sentirnos heridos o padecemos en sufrimiento bajo cualquiera de sus manifestaciones. A priori la faceta de la creatividad no es más que una forma de expresión que puede estar representada y afectada por cualquier tipo de sentimiento, agradable o desagradable, natural o extremo como al igual lo podrían ser el hecho de mostrarse piadoso o sádico, bondadoso o cruel y cívico o salvaje y esto que aparentemente pasa únicamente por el tamiz de la sensibilidad, también lo hace por el de la insensibilidad. Al final ambos polos, los extremos son modos y formas de vivir y de manifestarse, sufriendo o disfrutando, padeciendo o gozando que tienen una vía de escape común, el desahogo y ambos pueden expresarse bien artísticamente o bien prosaica y atrozmente. Ahora hemos de tener claro que únicamente todo ese torrente de sentimientos que consideramos positivos, atractivos y beneficiosos para nuestra mejora como individuos y especie, que nos hizo crecer como civilización, es lo que hemos compilado dentro de una maravillosa disciplina que hemos acordado denominar como "Arte". Parte pues de dicho término engloba cuantos pensamientos, ideas, conceptos y propósitos nos ayudan a cumplir como seres cultos y refinados, nada más ajeno a lo bárbaro, cruel e inhumano. Por tanto, cualquier otra forma de expresión que participe del polo opuesto a estos valores no son más que una deficiencia o en algunos casos una simple aberración. Quede claro por tanto, que por supuesto se puede pintar un cuadro manchado o entintado con sangre y vísceras animales o humanas en vez de pigmentos, pero por sensatez nunca debiera ser admitido como elemento artístico ni plástico. Esto no es cuestión de apariencia simplemente, sino de racionalidad y de juicio y no es de recibo llegar ni llevar a la provocación, el escándalo o el morbo a formar parte de una rama más de lo artístico.

"Todo en nuestras vidas está ligado, lo positivo y lo negativo, lo correcto y lo erróneo, lo bueno y lo malo y nuestra necesidad e interés por instruirnos como seres civilizados pasa por filtrar cuantas partes nos ayuden y permitan mejorar agrupándolas en materias pedagógicas, relegando qué no desterrando, cuantas no supongan una mejora evidente en el crecimiento racional del individuo"

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”