Dialektische und begründete Grundlage, Entstehung der Arbeit
Todos aquellos que me animaron a ser lo que soy y quien soy, a hacer lo que hago y de la manera en que lo hago, son o han sido gente que en algún momento de la vida me ayudaron a forjar mi personalidad, a elevar mi espíritu y a incrementar mi amplitud de miras. Ellos lograron convertirme en mejor persona y a dar sentido a mi vida. Es por ello que son a quienes debo gran parte de ella y sin su ejemplo ésta apenas hubiera servido de poco o para casi nada. Nunca encajé con doctrinas impuestas que antes no hubieran superado el filtro de mi exigente juicio y reflexión. Desde muy joven el arte consiguió atraparme sin violencia, por puro encanto y sobrecogimiento, fue capaz de asombrarme al igual que lo fue la ciencia en mi adolescencia y madurez, pero a nivel individual y por convencimiento siempre he creído que un verdadero artista ha sido una persona mucho más completa que un científico, no con ello tratando de comparar su intelecto ni coeficiente intelectual. Su capacidad técnica individual, su predisposición a ver las cosas de una manera totalmente diferente y desde otras perspectivas al resto de individuos y evolucionar hacia planteamientos completamente diferentes, en algunos casos absurdos pero con la plena convicción de que son posibles, hablan mucho de su capacidad como referente de una mente abierta. El científico parte siempre de un pensamiento mucho más matemático, bastante más estructurado y de ese modo menos capacitado para desprenderse de estereotipos que pasen por la formalidad y la reiteración, por ello el científico resultará ser muy bueno cuando además participe de una gran imaginación plástica. “Leonardo da Vinci” “Einstein” “Aristóteles” “Pasteur” “Newton” “Tesla” “Darwin” o “Ramón y Cajal” son algunos de los intelectuales a los que admiro y admirare siempre pues estuvieron dotados de ambas cualidades, son personajes que participaron del diálogo y no de la violencia, fueron individuos excepcionales cuya sensibilidad jamás les permitió perder el tiempo enredados en la hostilidad. Renegaré sin embargo siempre de los políticos y de los mercenarios y milicianos porque su único recurso se apoya en utilizar las armas del engaño y la brutalidad para crear conflictos en los cuales ellos nunca se involucran, son los mayores cobardes. No tienen capacidad de diálogo sino únicamente ansias de poder y de riqueza. Nos sobran parlanchines y líderes militares y nos faltan intelectuales y gentes con capacidad de consenso y entendimiento para hacer que todos formemos parte de la suma y no de la resta. Gente dispuesta a tolerar, admitir y si no a debatir pero nunca a imponer y a pisar nuestras vidas. Nos sobran “Atilas”, Napoleones, nos sobran “Hitleres” “Julios Césars y “Nerones”. No queremos héroes de guerra queremos líderes de la paz, hemos de aprender a no meter el dedo en la llaga si no a facilitar apósitos para curar las heridas. No te busques enemigos, haz esfuerzos por lograr más amigos para acabar tu vida en paz contigo mismo. Mi religión y mi doctrina es el arte que es y se basa en un diálogo de paz. Todos admiramos y alabamos la capacidad de la buena gente para sacrificarse por los demás, para dejar en un segundo plano su egoísmo, nos resulta fácil entender su ejemplo, pero por desgracia todos ellos mueren jóvenes y su huella se pierde con prontitud, apenas un puñado de discípulos rememorarán sus actos en el futuro. Nos falta gente honesta que lidere nuestras almas con el ejemplo de una ética sustentada por la bondad y la humildad. Manifiesto por la paz.
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”