Dialektische und begründete Grundlage, Entstehung der Arbeit
¿Dónde se encuentra la superioridad del ego que os enaltece...? Os creísteis más y mejor preparados que vuestros padres, incluso que cualquiera de las generaciones anteriores, os envalentonáis con arrogancia ante vuestros congéneres que sufrieron por daros lo mejor que pudieron permitirse y no dudasteis de hacerles frente en momento en el cual vuestro capricho impidió que os llevaran la contraria, pensasteis que vuestra capacidad intelectual estaba por encima de la educación y que vuestros valores en defensa del mundo superarían cuantas fuerzas encubiertas y maldades acumula la humanidad. Pero tan sólo habéis demostrado ser unos ilusos e ignorantes incapaces de hacer frente a la vida llevando por bandera vuestra propia y particular justicia. Anteriores generaciones puede que no hubiesen tenido igual preparación, tampoco fueron tiempos fáciles, pues ellos arrastraron el dolor, la muerte y el reto de sacar a delante a una familia cuya supervivencia esta asegurada de un día para otro y no mucho más, pero siempre tuvieron claro los principios en los que se basó la armonía y la buena convivencia, la fraternidad y el compañerismo, fueron gente ruda pero madura y en multitud de ocasiones la vida nos ha enseñado que lo trascendental no es estar dotado únicamente de cierto grado de inteligencia sino lo que es aún más importante, de sensatez, cordura, seriedad y formalidad. En momentos difíciles nada se muestra con contratos ni acuerdos escritos,
no son los papeles lo más importante, pero sí lo es la palabra y la sangre y eso no requiere de notarios ni procuradores, sino de la honestidad y responsabilidad para cumplir y recibir cumplidas promesas, porque en tiempos remotos a falta de palabra se respondía con la defensa del honor a base de espadas. El honor estaba incluso por encima de las leyes. Hoy en día las palabras se las lleva el viento y los sentimientos se hieren sin mesura con desgarradora facilidad sin pensar en las consecuencias. En tiempos no muy remotos la vida se entregaba por la respetabilidad y la dignidad, ahora quizás tan solo por un cambio de opinión que no conlleva consecuencia alguna. Quizás tan sólo hemos quedado sobre la faz de la tierra aquellos discípulos o descendientes de "Judas Iscarioti" que por unas pocas monedas vendió al mejor postor el alma de su señor. Pero sin duda la vida es algo demasiado visceral para perderse entre sentimentalismos y que por ello tampoco otorgará segundas oportunidades sobre las que arrepentirse,
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”