Dialektische und begründete Grundlage, Entstehung der Arbeit
Uno de los pilares fundamentales que sostiene todo principio ético y moral de nuestra sociedad es la existencia de una justicia implacable y digna que actúe en todo momento en pro de la defensa de los justos, de quienes viven con rectitud, impidiendo que cuantos pretendan el abuso, el atropello, la extralimitación y el despotismo en cualquiera de sus formas se salgan con la suya. Pero por desgracia son muchos y diarios los casos que se dan en distintos puntos del globo en el cual los humildes, los más modestos, sencillos, respetuosos y obedientes sufren las consecuencias de los malintencionados. Ni la justicia terrenal ni esa justicia divina a la cual la mitología griega se refería como la diosa "Némesis" ejercen a su favor, más bien parece ir siempre en contra de los débiles, no les retribuye para cargar con toda su fuerza el mal hacia los perversos y maliciosos, pues parece que se olvida de los frágiles. No es cierto que el destino o la justicia se revelan sólo a quienes viven con rectitud, pues son quienes más padecen las consecuencias y el delirio de los crueles, unas veces utilizados como escudos humanos ante la lluvia de bombas, otras veces como moneda de cambio para negociar intereses políticos, muchas otras tantas eximiéndoles de la ayuda o del alimento que se ha donado desinteresadamente a nivel internacional para paliar la desnutrición de algunas zonas y que sus mismos líderes retienen para provocar la hambruna generando así un llamamiento de alarma mundial y todo ello no acarreando consecuencia alguna y dejando en la impunidad a quienes verdaderamente son o han sido los responsables directos, sus propios mandatarios, a veces perturbados, otras enajenados, quizás lunáticos o caprichosos, pero sobre todo codiciosos enfermizos por abandonar a su pueblo en favor de sus propios intereses. Solo los justos son dignos de la intervención de Némesis en su favor ante tanta corrupción y corruptela. Solo quienes actúan con justicia merecen que el equilibrio moral de Némesis los defienda o les vengue en su favor, mientras que los injustos deberían simplemente ser castigados sin derecho a esa justicia divina.
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”