Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Caer y volverse a levantar, tropezar e ignorar con prontitud el dolor, sufrir sin perecer para aprender, creer nunca avanzar, pero aún así no cesar hasta acariciar el final... esto forma parte de la increíble testarudez que hace grandioso al hombre. Nuestro inconformismo nos induce a persistir y a no desistir hasta satisfacer la curiosa necesidad de saber lo que al otro lado espera. Todo ello por el mero hecho de pensar que en la gran mayoría de ocasiones, aquello cual ignoto resulta atesora algo mejor que lo ya conocido. Puede que a esto se le denomine virtud, pero su definición no impide irremediablemente que la ilusión desvanezca cada vez que nos percatarnos de que al final, casi nunca las cosas suelen resultar como las concebimos en su inicio. Cuántas ocasiones no requieren y requerirán de constantes tropiezos para que acabemos besando el suelo antes de lograr, si es eso lo que al final se obtiene, tocar con las manos el cielo...
"¿Es realmente tan necesario el fracaso en el aprendizaje como recurso válido para lograr finalmente levantar vuelo de manera satisfactoria...? El aprendizaje conlleva implícito el hecho de tener que realizar muchos intentos hasta lograr el objetivo y este no es un método exclusivamente humano. Aves que de bruces caen en el intento de lograr despegar en vuelo."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”