El sex-appeal es fuerza mayor, origina y compagina una llamada de atención enaltecida y propiciada por el cerebro, recordatorio de la imperiosa necesidad que supone atender al instinto de supervivencia. Es desencadenante de una reacción fisiológica multi-orgánica consecuencia de la favorable apreciación de aquellos aspectos y atributos sensuales y sexuales presentes en la otra persona. En su vertiente más lasciva, evidencia un insatisfecho apetito sexual o en su caso una adictiva dependencia del placer, algo que ha ido “in crescendo” a partir de la liberación sexual, llegando a alcanzar cotas de extremada y excesiva sobrevaloración. En ésta última parcela ha progresado un lucrativo sector de negocio reconocido pero no admitido por la sociedad, pero hipócritamente tolerado que no regulado, en el que perviven cómodamente como refugio el dinero negro y las oscuras redes del tráfico humano.

“Miradas perdidas en usufructo del placer. Susurros y sollozos arropados entre gemidos de satisfactorio dolor que reclaman la prolongada continuidad del éxtasis. El punto de penetración de la vulva de par en par atendiendo a la provocadora incitación del falo. Clítoris listo para ser partícipe de un desmedido ágape de lujuria. Pareja en pleno ejercicio carnal, todo ello síntesis del apetito sexual.”

““Cálculo regresivo” es parte del título de una serie secuencial de obras que, incorporando la ordenada merma de cada uno de los años acaecidos, pretenden hacer recuento ilustrado de las causas que inducen a la progresiva involución del modelo de sociedad actual.”