Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Los valores a los que estamos habituados, con los que hemos crecido o nos hemos familiarizado cambian periódicamente y eso se nota con cada renovación generacional. Ya no es razonable afincarse bajo premisas concebidas según los estándares al uso de etapas anteriores. De si tal vez ahora nos parecen más correctos o equívocos dependerá de quién y en qué momento los analice. Lo cierto es que el valor de la persona - individuo - tuvo su peso específico en épocas anteriores apoyado en un riguroso y estricto planteamiento de actuación moral, ética y denotado esfuerzo físico y sin embargo en este tránsito de tiempo que acontece parece sopesar más la repercusión mediática y el modo en que se manifiesta la persona que la ética de sus actos o su comportamiento e indiferente resulta si son más o menos discutibles. Al final lo que persiste en la mente de la mayoría como paradigma de éxito es poder estar en boca de todos, de no ser ignorado, aunque sea para mal cuando lo que se pretende es el reconocimiento. Esto es muestra tan sólo del radical punto de vista, de un salto generacional que tiende a romper con lo establecido en un intento de hacer que caiga un método no convincente quizás para la mayoría de la juventud e imponer un sistema de particular mejora que está por demostrar.
"Las tendencias, las modas y los comportamientos cambian... pero se suceden una y otra vez a modo de cinta transportadora cuyo recorrido ha de volver a su posición original aunque con ciertos matices que lo diferencian sensiblemente de anteriores ocasiones. ¿Está casi todo inventado…?"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”