Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
El dolor es inevitable como antesala o como parte de las secuelas que arrastra toda lesión y toda herida, es señal e indicación de aviso acerca de algo que no parece ir bien, de algo que no nos conviene, de aquello que es contraproducente para nuestro bienestar, la salud y la supervivencia. Resulta difícil establecer una medida acerca de su intensidad al ser factor dependiente de la individual resistencia que haya desarrollado a su tolerancia cada individuo, pero a pesar del tormento que nos ocasiona hemos de reconocer que es el mejor mecanismo de que disponemos para conocer la correcta evolución de nuestro propio cuerpo y detectar así anomalías mayores. Es curioso observar cómo la sensibilidad que ha desarrollado el ser humano hacia el dolor con respecto al resto de mamíferos y seres vivos, a pesar de considerarse pueda resultar un inútil padecimiento, le permite subsanar errores y apoyarse en él para lograr el cuidado y prolongación de la vida. Pero ese sentimiento de aflicción, por un lado beneficioso, ha derivado en nuevas enfermedades asociadas a aspectos no ya sólo de nuestro físico sino también de nuestra salud mental, algo poco frecuente que sepamos en el resto del mundo animal. El desamor, la ansiedad, la depresión e incluso la esquizofrenia son enfermedades hasta hoy prácticamente exclusivas adscritas all ser humano que tienen su origen en esa sensibilidad, o al menos no tenemos estudios suficientes que denoten afección alguna en el resto de animales, pero en cualquier modo resultaría mucho más desarrollado dentro de nuestra especie.
"Toda amenaza, toda herida dentro de nuestro cuerpo comienza por el dolor, la sensibilidad a dicha señal no es un inconveniente sino una ventaja para detectar prematuramente los síntomas de que algo no va bien. Pero en el caso del ser humano, heridas mentales pueden ocasionar un dolor perpetuo a pesar de que susodichas heridas hayan cicatrizado, son los efectos nocivos que la sensibilidad produce en nuestra mente."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”