Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
La incuestionable necesidad y justificadas habilidades que hubo de desarrollar el ser humano para la caza que le permitieron perpetuar la subsistencia y le llevaron a convertirse en un criatura de éxito, dejaron de ser práctica indispensable desde el mismo instante en el que este comenzó a establecerse en granjas donde producir todo cuanto sus necesidades le demandaron e incluso obtener recursos añadidos para suministrar al mercado bajo demanda, los excedentes que dicha actividad le procuraba. Con ello la alimentación comenzó a ser una actividad comercial encuadrada dentro de lo que se denomina el sector primario. Desde esos días hasta hoy la caza ha quedado relegada a mero asunto de esparcimiento y recreo regulado bajo normativa en espacios restringidos denominados cotos en los que se permite su práctica. Pero dentro de la evolución que ha llevado al individuo a entender que resulta fundamental proteger y cuidar su entorno, han aparecido sectores más sensibles de la sociedad que han puesto en el punto de mira esta práctica pretendiendo abolir dicho hábito en pro de evitar el sufrimiento y maltrato animal. Esta es una voz que se eleva suave pero persistente y que sin duda irá dispersando hacia una más amplia cobertura llegando con toda seguridad a ser motivo de exposición y debate en todos los hemiciclos políticos, que acabarán en algún momento más temprano que tarde por transigir y dictaminar a su favor.
“Momento cumbre de una montería en el que un agresivo acoso de la jauría acaba por acorralar a la presa motivo de la batida.”
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”