Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Vivimos inmersos en un sistema que nos mantiene atados, atrapados en una vorágine lucrativa que no cesa de exprimirnos y oprimirnos. Explota todo cuanto toca, logra acotar, en algunos casos neutralizar y anular la voluntad individual con el único propósito de atraer nuestra atención para tener bajo control la espontaneidad y la libertad de pensamiento. Estamos considerados como máquinas de producción a la vez que elementos de facturación y de cotización. Pagamos por el mero hecho de respirar, algo que tan siquiera se puede calificar de aire, por tener la necesidad de comer, consumiendo algo a lo que no se puede denominar alimento, por andar o transitar, en ciudades atestadas y planificadas para dar prioritaria movilidad a los vehículos y acabaremos pagando por tener al menos la opción a opinar, mirar u observar. Somos elemento de prueba y ensayo, títeres que acatan y obedecen decisiones en muchos casos en contra de nuestros principios y de nuestro beneficio. Esperamos que los avances médicos y químicos contribuyan a dar remedio a las enfermedades que la vida civilizada tan "envenenada" nos ocasiona, adulando con ello las bondades que nos aporta la tecnología. Deambulamos de aquí para allá sin rumbo concreto malgastando lo que ganamos, adquiriendo elementos superfluos. Se cambian continuamente las normas por nuevos reglamentos que apenas difieren de lo anterior y que lo único que acarrea es una gran pérdida de tiempo atendiendo absurdas burocracias. Nuestra sociedad no suma, resta, no hace por agregar, sino que desplaza a todo aquel que no cumple con sus planteamientos y exigencias, somos siervos botarates de una falsa ilusión y no da lugar a elección, esto es imposición.
"Prisión incondicional. Nuestro sistema está caduco, la civilización a lo largo de nuestra historia nos ha sentenciado una y otra vez a la decadencia, pero insistimos en formalizar un mundo organizado bajo una jerarquía que ostenta los privilegios y la capacidad de elegir por la totalidad."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”