Han existido notables individuos que pudieron llegar a ser considerados como grandes intelectos, eruditos del pensamiento y que jamás dejaron legado alguno que permitirá valorar su obra. Nunca tuvieron el reconocimiento, jamás se le dio la oportunidad. Gentes que acabaron por desistir en su propósito de ayudar a la humanidad y a las generaciones futuras, a quienes de manera desagradecida nunca se les otorgó voz ni participación en acto público en el cual pudiesen hacer eco de sus palabras. Porque la vida no está hecha a la medida de todos, sino para el propósito de unos pocos y tan sólo hay cabida para endosar públicamente la reflexión de aquellos quienes a cualquier precio se abren camino vociferando y sin escrúpulos. Fueron individuos de ideas claras, completamente lucidas, con una sensatez y cordura más allá de lo habitual en su tiempo, con principios éticos y morales que siempre estuvieron por encima de sus ideas, quizás por ello su filosofía de vida quedó muda, se fue con ellos y a lo más que sus razonamientos trascendieron fue a profundizar en el corazón unos pocos que deambularon en su entorno y en su vida. Nunca, una de sus palabras apareció escrita, no quedó tinta que las sellara o las diera forma, ni pergamino envejecido que con el paso del tiempo las otorgara valor. Sus conocimientos, su sabiduría y su madurez quedó yerma e inútil. Somos ingratos e interesados y aún hoy en día obviamos y descartamos la experiencia que atesoran nuestros mayores, es más incluso las llegamos a hacer nuestras sin pudor en pos de alcanzar el reconocimiento personal, toda una suma de verdades, de la razón de cuantos nos precedieron, todo un bien universal. En los pequeños núcleos culturales o rurales que no se han desarrollado de forma tan brutal como lo hizo la sociedad occidental, aún permanece vivo y muy valorado el legado y el dictamen oral que pasa y se transmite a través de generaciones anteriores, esto sigue siendo un bien muy respetado y evaluado, es la enciclopedia anónima de la vida y de sus consecuencias.

"Paredes mudas pero no sordas, firmes testigo del pasado, llenas de indicios y de pistas incapaces de hablar pero que tienen mucho que contar. Acerca de la vida, de la historia y de quienes bajo ellas se resguardaron o cobijaron."

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”