Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Todo se filtra y se transfiere, se empapa de la condición de su entorno. Todo cuanto tienes cerca o alrededor te afecta, te influye a igual modo que lo hace con el resto de todo tu ambiente, directamente sobre aquello de mayor proximidad, pero en ocasiones en menor medida incluso sobre zonas remotas más lejanas. En algunos casos dicho efecto se ejerce tan directamente que parte de su esencia actúa equilibrándose como vasos comunicantes, todo resultado de la capacidad de influencia del elemento en cuestión que predomina, compensándose y reabsorbiéndose sin consecuencias aparentemente notorias. Esta simple observación sucede diariamente entre los seres humanos. Somos receptores y transmisores a la vez y en el camino toda esa información nos afecta, modela y condiciona. Eso forma parte del sistema de comportamiento y del aprendizaje así como de la empatía que se irradia al resto de individuos. El que pierde ese enlace comunicativo, el que tiene trastocada la efectividad receptivo-transmisora o ha mermado la sensibilidad emocional queda completamente aislado, se aparta por completo del resto del mundo, succiona todo cuanto recibe encerrado de su misma y única cualidad, incapaz de expandir cuan válvula de escape dicha influencia con el resto. Esto puede degenerar en él hacia una total apatía, depresión u odio con respecto al resto de la humanidad. Pero cuando este fenómeno no queda en un mero hecho aislado sino que se trasmite y se expande a lo largo de una gran cantidad de individuos, entonces es cuando se comienza a crear un clima realmente preocupante. Quizás, puede en gran medida que parte de esto ya nos esté sucediendo o como algunos presienten y llegan a pensar, puede ser cierto que los humanos seamos seres enfermos, muy tocados física y psíquicamente, que estemos actuando cuan zombis deambulando por la vida ignorando o prescindiendo de todo sentimiento afectivo. Un azote que se expande cual bomba de relojería a punto de estallar en convulsa agitación desconociendo cual pudiera ser el resultado.
"Vasos comunicantes."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”