Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Una vez más la biología humana no hace sino lo que siempre ha sabido hacer, repetir procedimientos que suelen ser comunes en la naturaleza. La genética de nuestro cuerpo imita métodos de actuación que se desarrollan no sólo en el medio natural sino en muy distintos medios y a diferentes niveles, pequeñas plataformas que llegan a unirse para dar lugar en su conjunto a superficies más amplias. Durante las primeras etapas del desarrollo humano en el cerebro se van formando pequeñas placas óseas que con el tiempo se irán uniendo y fusionando hasta completar lo que finalmente acabará siendo el escudo protector del cerebro, el cráneo. Esto no es ni más ni menos que un sistema tectónico de placas, similar al que se forma en la corteza terrestre sobre la que hemos construido nuestras ciudades, con la única salvedad de que la corteza terrestre la forman simplemente capas flotantes a la deriva que tienen una mayor movilidad debido a estar ubicadas por encima del componente líquido que forma el magma del interior terrestre y en el caso de nuestro cuerpo será completamente rígido y tendrá como función formar la cavidad que albergará el endocráneo entre ello la materia gris, de lo que acabará siendo el centro logístico y de operaciones del cuerpo. Pero nada es eterno y con el tiempo se puede comprobar cómo estas placas óseas acaban por perder parte de esa soldadura cediendo en pequeños espacios interóseos tan sólo recubiertos por tejido fibroso que permite entrever al tacto e incluso a la vista cuáles fueron o son las líneas que un día formaron dicha unión.
"Osificación del hueso a partir de placas de tejido conjuntivo fibroso, durante ese proceso se produce la calcificación, unión de sales de calcio y cristales."
"”Ciencia y cosmos” es parte del título de una serie secuencial de obras que hacen referencia a aquellos logros y descubrimientos científicos o tecnológicos que le han permitido al ser humano obtener un salto cualitativo y cuantitativo en su desarrollo.”