Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Aquello sobre lo cual nos cuesta tomar decisión, ya se encarga el alter-ego de elegirlo por nosotros. Esa interior y profunda voz de la consciencia que tanto en lucidez como bajo los efectos de la natural narcosis de nuestro cerebro en estado de reposo ayuda a dictar y a posicionarse en gran parte de nuestras decisiones, lo que algunos y durante largo tiempo han otorgado a beneficio del espíritu (santo o no) algo que resulta nada aparente y menos aún convincente, no es sino el ignoto diálogo con el que participa a la hora de aclarar el dilema nuestro otro yo. Aquel cuya voz es infinitamente menor a la de un susurro, que nos conoce tanto o mejor que nuestro ser consciente, que han crecido a la par, al que no queda duda de cuáles son nuestras simpatías, deseos y ambiciones, el que piensa por nosotros noblemente sin tener en cuenta dobles intenciones ni perjuicios, cual por ello hemos de prestar mayor cautela para no dar rienda suelta a erróneas consecuencias, es quien a todas horas escucha testigo mudo yuxtapuesto a nuestras espaldas lo que acontece. Descansamos y en oscuridad éste ejerce libre entre la inmensa amalgama de vestigios que del recuerdo afloran sin orden ni sentido, en un intento por abrirse paso entre el laberinto de los fantasmagóricos elementos apilados, desclasificados que transitan al libre albedrío por la memoria.
"Ecos de una voz oculta, los infrasonidos del ego, que ni son ondas ni son oscilantes, sino núcleos de voz, ideas grupales dispares sin continuidad."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”