Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Solemos apoyarnos con ligereza en estereotipos ya creados, copiados o implantados y quizás en algunos casos mal aprendidos o intencionadamente desvirtuados para juzgar y evaluar acerca de muchas de las cosas e incluso de las personas con las que pudiéramos estar interactuando cotidianamente. Es posible en ocasiones que sobre aquello que se desconoce o ignora sea preferible tener ciertas ideas y conceptos preconcebidos obtenidos por distintas fuentes que utilizamos como referentes, pues eso nos ayuda a permanecer en alerta entorno a eventuales riesgos, de ese modo evitamos caer en la falta de cautela y no bajar la guardia ante todo cuanto pudiera suponer una amenaza. Pero esa referencia que "a priori" puede resultar muy apropiada o eficaz, en multitud de ocasiones y en diversas situaciones se adultera y pierde fiabilidad cuando el riesgo se presenta de incógnito. De la expresión "bajo la piel de cordero" deriva el hecho de que la amenaza en muchos momentos se disfraza o se oculta tras un oscuro manto para no aparentar lo que parece ser obvio. De hecho es habitual como punto de partida establecer como posible candidato a delincuente, malhechor o asesino a alguien que suele encajar dentro de unos cánones cuyas características vienen de la mano de rasgos faciales nada gratos a la vista, como la desigualdad o el defecto físico en el rostro, el desaliño, una tez de piel oscura y quizás en algunas ocasiones apariencia casi tétrica y paranoica en otras, pretendiendo con ello causar una sensación de miedo, pero no dejando de ser todo ello nada más que patrones creados por los diferentes medios audiovisuales, entre ellos la cinematografía. En realidad son muchos más los casos que escapan a esos convencionalismos, de tal modo que en un momento dado aquél vecino que tan amable y cordialmente suele saludar todas las mañanas con apariencia de estar felizmente casado, pudiere sin duda llegar a ser el asesino en serie más buscado por los cuerpos de seguridad del estado. Las malas intenciones vienen enmascaradas por la mentira y el engaño, obviamente aquél que se prodiga en la perversidad busca siempre la más fácil presa, que suele pecar de ingenuo, inocente o crédulo.
"Expresión esta de una moraleja que ha perdurado a lo largo de multitud de años como testimonio de advertencia, a la que se hace referencia ya en textos y citas bíblicas, sigue aún latente transmitiéndose de forma oral en la cultura popular. Esto por entonces no era sino un aviso de la llegada de falsos profetas que pretendían de forma astuta, con buena oratoria, capaces de desvirtuar la palabras y de alterar su correcta interpretación engañar a la gente persiguiendo fines egoístas y perversos."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”