Dentro de la uniformidad y analogía genética que existe en nuestra especie, la morfología y el carácter han logrado crear individuos con muy diversa y dispar idiosincrasia. Visto desde el punto de vista de la personalidad y del comportamiento se pueden apreciar diferencias tan notables como insalvables entre personas dentro del mismo grupo étnico. El mero hecho de ser un elemento completamente versátil y con gran capacidad para adaptarse a los cambios le convierte también en un sujeto inestable, inseguro, prisionero de sus miedos, lo que sumado a su naturaleza inconformista hace que le atraiga el opuesto e incluso a menudo a oponerse y contrariarse así mismo. Al margen de esta apreciación se pueden diferenciar por tanto dos tipos de conducta con marcados patrones en su forma de actuar, aquellos que utilizan la dialéctica como medio de persuasión para alcanzar sus fines, suelen ser tipos que polemizan y hablan más que hacen o lo que es lo mismo "se les va la fuerza por la boca" -algo destructivos- y aquellos que directamente llevan a cabo sin mayor dilación lo que piensan sin perder tiempo en diálogos absurdos - bastante más constructivos-. Se percibe, entre aquellos que prefieren demostrar su valía al resto de individuos por medio de la locuacidad y la verborrea, en muchos casos la charlatanería, que suelen ser seres con menores cualidades para sacar adelante sus propósitos, en estos casos muchos planes no se llegan a consumar. De otro lado de esta dualidad del ser humano están aquellos que simplemente llegan al final hasta sus últimas consecuencias, impulsores de grandes proyectos que asombran sin generar expectativas ilusorias, son por lo general bastante más resolutivos, pragmáticos y eficientes. Sin duda se puede corroborar que está mayormente extendida la figura del ingenuo librepensador que pretende atraer con ideas de poco fundamento y escasa solidez, que hace de todo puro diálogo banal que no le llevan a ninguna parte, una pérdida de tiempo que tan sólo pretende buscar desinformados partidarios que le otorguen la razón y para que en la medida hagan por él lo que este es incapaz de llevar a cabo.

"La contradicción es una constante en el ser humano, una anomalía que frena muchas de sus iniciativas, en parte resultado de sus miedos y de la ignorancia"

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”