Esta es una sociedad de boato empeñada en recrearse con todo aspecto humano que se precie de participar del consumo envolviéndolo bajo la escenificación de un sorprendente y maravilloso espectáculo en el que proliferan la pompa, la fastuosidad y el deseo de promover galas ceremoniales casi místicas. La moda por supuesto no iba a quedar al margen de esta teatralización sumándose con la recreación de vistosos acontecimientos que ejercen de escaparate para las firmas y diseñadores con motivo de un lanzamiento o para presentar sus nuevas creaciones, colecciones, proyectos y tendencias. La moda ya no se puede desligar del espectáculo, es más, la exhibición en sí mismo ha logrado sobrepasar al motivo con el que nacieron, ahora se proyectan shows a la altura de grandes eventos deportivos, conciertos musicales y exposiciones de importantes galerías en los que se trabaja por algo más que la moda, se ha convertido pues en un divertimento para sorprender e impresionar al público asistente, para llamar la atención hasta tal punto quizás, que ya lo que menos importa son los modelos que desfilan o se presentan, de si resultan ridículos o escasamente útiles y prácticos al no cumplir su principal cometido que es vestir a la persona con la elegancia e indumentaria necesaria para ataviarse de cara al público con distinción y comodidad, al contrario los desfiles se prestan ahora a ser una provocación, que por supuesto siempre han tenido algo de ello, pero ahora juega con muchos más elementos ajenos al mundo de la moda. Lo cierto es que los atuendos de moda que se mostraron con anterioridad en estos desfiles fueron durante mucho tiempo referencia y orientación de clase, distinción y del encanto de quienes desearon acudir a eventos y ceremonias con talante de modernidad y estilismo, en realidad fueron útiles para vestir a las distintas clases sociales. Hoy por hoy tales conjuntos apenas reflejan los gustos y tendencias de los consumidores en su cotidianeidad, son obras que parecen más sacadas de un lienzo para exponer que prototipo para la comercialización o así es como lo contemplan sus creadores, todo un mero compendio de elementos para destacar y sobresalir con el único fin de permanecer en boca de todos, en lo que se denomina marketing de imagen, que se centra principalmente en crear el icono de una época más que una marca en sí.

"Pasarela de moda, un escaparate que se adereza con todos los ingredientes para universalizar como arte y espectáculo esta que es no es sino una manera de vestir y engalanar al cuerpo"

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”