El refranero español y el refrán en particular, palabra que deriva del francés y que significa "estribillo" tiene su origen en la necesidad de comunicarse y de transmitir experiencias, de generar lecciones, consejos directos sacados de la sabiduría popular en tiempos en los que el estudio y el aprendizaje estaban al alcance tan solo de muy pocos y lo hacían precisamente con pequeñas frases que en algunos casos se caracterizaban por ser estrofas pareadas. Así las enseñanzas que claramente aportaban mejora a la vida y que servían para evitar infortunios, se iban pasando de manera oral de padres a hijos. Estos dichos y sentencias se popularizaron a lo largo del tiempo llegando a formar la base del conocimiento no ya de la vida pretérita sino de la más viva actualidad pues aún perviven muy presentes en el día a día, son parte del ADN de cada idioma y se han adaptado, en algunos casos olvidado y en otros se han creado nuevos a conveniencia, conformando todo ese manual imprescindible del saber que no necesita explicaciones, sin ahondar en la esencia ni en la naturaleza de su análisis. Expresan de manera metafórica, exacta y rápida con tan solo unas pocas palabras lo que se pretende decir en momento puntual de manera que resulten fácil de entender para todo el mundo. Señalan qué actitud conviene adoptar en cada situación, definen la razón de una determinada conducta, o extraen las consecuencias de una circunstancia. En numerosas ocasiones aconsejan sobre lo que no resulta conveniente llevar a cabo, dejando clara inútil labor y pérdida de tiempo pretender la tarea que se persigue.

""Astilla al fuego" forma parte del juego de crear un nuevo refrán, pues éste tampoco está reconocido como de uso popular, de hecho es una invención, pero se pretende explicar que todo prácticamente le sirve de combustible al fuego. Este que a su paso todo lo arrasa, lo devora y lo destruye, acaba tomando toda materia como alimento. Sí que se utiliza sin embargo parte de él en otros proverbios, como lo es el conocido "de tal palo tal astilla"

“Tecnografía agrupa una serie de obras cuya elaboración resulta más técnica y experimental, obras que pretenden escapar de lo convencional e indagar en la innovación, el ensayo y la búsqueda de nuevos procedimientos. Por supuesto, todo ello no implica una mayor, minuciosa y precisa elaboración al menos no más que el resto de trabajos, pero sí de manera inequívoca establece nuevas pautas en el proceso creativo en la obra futura del autor. Son la punta de lanza, el método de actuación y ejecución de nuevas obras, de tal manera que obras semejantes futuras de formato parecido no formarán parte de la presente serie al constituir ya parte de un método adquirido"