"Hemos aprendido a estructurar el mundo partiendo de cuatro puntos cardinales, la vida, la muerte, el bien y el mal y bajo esas directrices hemos forjado nuestro sistema de valores. Pero eso no se resolvió de la noche a la mañana, durante largo tiempo estuvimos sometidos a una disciplina que nos atormentó con el miedo a perder el paraíso o a ganar el infierno a razón de nuestra conducta, a entender que el bien y el mal estaban ligados a la vida eterna o de lo contrario a sucumbir en la desgracia. Apoyados en el planteamiento de una posible existencia de entidades supremas más allá de nuestro conocimiento origen de todo lo explicable, se crearon doctrinas que acabaron por asociar nuestros males, defectos y equivocaciones a multitud de sucesos y desastres naturales cuyo origen y explicación desconocíamos hasta entonces, consecuencia a una continua ofensa, blasfemia y negación de los mismos, todo ello con el fin de orientar las mentes y el comportamiento conforme a unas directrices que pretendían básicamente la rectitud ética y moral del individuo en convivencia acorde a unos estereotipos regidos por leyes humanas. El éxito de este planteamiento lógico perduró hasta que la ciencia comenzó a despejar la mayoría de nuestras dudas en torno al ser, el universo y nuestro papel dentro de él. Se desengranaron gran parte de estos códigos y se comenzó a despejar el apabullante aleccionamiento que una minoría trató de monopolizar para controlar y contener a la plebe, en la mayoría de casos, de la insalubre circunstancia e infelicidad que reinaba en sus vidas, por supuesto forzando al castigo a cuantos se opusieron al acatamiento de las mismas.

"Tal y como aún promulga el credo de la tradición cristiana, será por méritos consumados a procurar el bien, quienes liberen su vida del péndulo de Luzbel, alcanzaremos con ello la salvación evitando caer en sus dominios, claro abismo de tinieblas, penurias y de sufrimiento eterno sin parangón. El miedo a ser almas que transiten bajo el dolor ha acaparado, coartado y limitado gran parte de la vida del creyente, subyugue bajo los pilares de la sensibilidad y del conformismo. "Luzbel" o también Satanás, primer ángel caído, enemigo de Dios y tentador primero, mito griego adoptado por la tradición cristiana, sería el ángel preferido de Dios que, aun siendo su favorito, seducido por su orgullo, soberbia, vanidad y sintiéndose superior a Dios, arrastró a una gran parte de la corte celestial a una rebelión, por lo que fue desterrado y cuyas consecuencias ultimas fueron la existencia del mal, el dolor y la muerte en el mundo"

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”