Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
A simple vista parece ser obvio que el ser humano es la especie dominante de este nuestro hábitat planetario y no tanto por número de ejemplares como por ser la clase más evolucionada y desarrollada desde el punto de vista cerebral más que fisiológico. Pero llegar a conocer, saber manejar y controlar esta tan enrevesada y somática víscera que nos ha permitido tan efectiva ventaja no resulta simple, pues conlleva por igual tantos beneficios como perjuicios y dificultades. Cada vez son mayores los trastornos que suma el cerebro y a menudo esos desórdenes le vuelven un ser confuso, incomprensible, difícil e incluso perverso y no solo para su entorno sino incluso para él mismo. No conocemos de ninguna otra especie animal con caso alguno en el cual un individuo de manera individual desee o persiga su propia muerte sin motivo aparente de amenaza externa. La evolución nos ha llevado a un alto grado de sensibilidad, a vivir y a manifestar inquietantes estados de ánimo que influyen de manera directa en el comportamiento y en el modo de actuar. El suicido es un estímulo que se desarrolla en respuesta a un insoportable, lacerante y cargante estado mental del cual el individuo se ve incapaz de salir, en algunos casos por motivos propios, pero en la mayoría debido a circunstancias y condiciones ajenas que le empujan a ello, lo que en última consecuencia le arrastran a la determinación de desprenderse de esa presión y carga emocional por medio de la muerte. Es por este irracional comportamiento que muestra y con el que actúa en ocasiones entre muchas otras formas de desórdenes, por lo que se puede afirmar que en realidad se trata de la más incoherente agrupación de partículas conocida. Otro tipo de conductas, como lo son el predominio o la defensa territorial y la supervivencia vienen dados, heredados por su más básicos y primarios instintos animales, algo que en cierto modo justifican su perdurabilidad, pero este nuevo sentimiento de autodestrucción que en algunos casos viene acompañado de cierta auto-culpabilidad es uno de esos defectos que con cada generación se intensifica y se acentúa, la cuestión que se plantea es evitar que se llegue a ese crítico momento en el cual sobrepase al mismo instinto de conservación en sí. Casi con total probabilidad la vida del ser humano, al igual que la todo elemento que forma parte de nuestro universo, participa de un estado molecular en equilibrio que bajo la más mínima desviación o variación adquiera beneficio o pérdida en su condición y dejar escapar o perder esa ponderación suponga el declive de la especie.
“Simulada unión y ramificación neuronal del cerebro”
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras”