Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Si algo nos muestra el día a día en la vida y en su desarrollo la historia, es no ser óptima fórmula facilitar la riqueza a los asesinos, delincuentes, tiranos y a los déspotas. Pero por desgracia y al parecer, ser mala persona o provocar un perjuicio social se recompensa y contrarresta con acallar y amedrentar a depravados individuos facilitándoles y abasteciéndoles de riqueza y de buena vida para de ese modo distraer sus perversidades. A priori, hacer la vista gorda a todos esos sucios negocios aparentó ser un método hasta cierto punto útil y que aparentemente estaba funcionando, pero dichos individuos, obsesionados por la riqueza y el poder han demostrado no tener límites en su ansia de querer acaparar más y más riqueza y potestad. Los oligarcas y asesinos convencidos de sus sucios pero útiles métodos, deberían de estar de por vida apartados de la sociedad, pues difícilmente y en escasas ocasiones se retractan o se corrigen de sus procedimientos. No tienen ni tendrán jamás remordimiento, menos aún arrepentimiento y mucho menos interés de cesar en sus ambiciones. Hay seres que no se conforman con dominar todo cuánto son capaces de acotar a su alrededor, sino qué intentan absorber todo cuanto les sea posible acaparar más allá de sus dominios. Es necesario ahogar sus tentáculos, su poder y su ambición. Es prioritario y primordial hacer que se desprendan de toda esa riqueza y hacerlo de manera urgente, pues una vez alcanzados puestos de supremacía será imposible evitar sufrir las consecuencias no solo de sus delirios, sino del distanciamiento, del odio y de la animadversión que genera entre el resto de ciudadanos del mundo su actitud, siendo principalmente su propio pueblo las primeras víctimas de tan perniciosas obsesiones. Los gobernantes han de ser electos y nunca jamás impuestos. El poder al igual que el dinero corrompen, pero si además ambos se conjugan al unísono de la mano de autócratas, lo que se malogra es la cohesión y el equilibro social. No se puede permitir que unos pocos oligarcas sean quién es elijan por el resto del mundo, porque su condición y estatus lo han alcanzado sin duda y en la mayoría de casos mediante fraudulentas y corruptas fórmulas, esa es su manera de actuar y su juego, y jamás sabrán operar de otra forma que les funcione mejor o con mayor eficacia. Nunca serán justos e imparciales por tanto no tendrán merecido derecho alguno a dirigir al resto de individuos. Unos pocos pretenden hacer del mundo su propia parcela y ni su pueblo, ni tampoco el resto de congéneres del planeta han de ser quienes reciban el castigo de sus sanguinarias pretensiones. A dichos cabecillas es a quienes se ha de dar merecido ejemplo y ante los cuales el mundo ha de estar atento y vigilante para evitar que malas hierbas vuelvan a brotar.
"La invasión rusa de Ucrania no es más que otra punta del iceberg, otra derrota de la humanidad incapaz de prever y contrarrestar a tiempo a cuantos mafiosos capos capaces de traficar y jugar con la vida de los demás logran alcanzar su objetivo. Crean un sólido gobierno militarizado, reducido a un pequeño grupo de personas mandatarias, siempre en su provecho para que todo dependa de su arbitrio"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras”