Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Supuestamente a ese incondicional, desinteresado y apasionado sentimiento de afecto que según algunos es capaz de mover el mundo y despierta a raudales, ilusión, satisfacción y empatía entre seres humanos, se le denomina amor. Poética definición ésta, acaparadora de rimas, melodías, relatos y cuantas historias imaginemos capaces de deleitarnos y conmovernos. Ciertamente soñamos y lo hacemos incansablemente con encontrar el amor pleno que no deja de ser utópico, pero por cuanto menos, esto no pasa más que por aparentar algo pasajero. Con igual fuerza emerge que pierde al poco tiempo su intensidad, dejando en el mejor de los casos una gran relación de afecto y vínculos que con empeño y un esmerado cuidado logra perdurar casi de por vida. En el peor de los casos, cuando esto no se logra y en esa relación falla la comunicación, se pierde la química o simplemente se llega a la incompatibilidad de caracteres, es posible que se puedan crear vínculos altamente tóxicos que comienzan por ser un indiscriminado disparo a bocajarro de reproches, acusaciones o recriminaciones en el que se airean de manera sarcástica u ofensiva las debilidades particulares y ridiculizadas de cada cónyuge. En sus inicios, el entusiasmo que genera el espejismo de alcanzar la anhelada quimera al haber encontrado a esa otra mitad con la que construir una vida en común, no deja lugar a atisbos evidentes o simplemente los oculta, a defectos que en otra circunstancia pudiéramos fácilmente observar. Las expectativas comienzan a desmoronarse en el mismo momento en el que se empieza a diluir esa maravillosa nube que lo envuelve todo de un bello arco iris. El amor cierra los ojos a primera vista sobre las trivialidades más comunes, lima las asperezas sin darles mayor reparo, pero esto es algo que con el transcurso del tiempo se disipa e irremediablemente en casos concretos conduce a finales nada agradables e incluso se puede decir que a trágicas e inauditas situaciones extremas. En ello juegan muy en contra el egoísmo y la codicia, llevando a muchos individuos a pensar que su cónyuge o pareja forman parte de una propiedad con usufructo meramente exclusivo, considerando la unión una alianza irrompible e irrefutable sin fisuras no siempre bien entendida y compartida, pero cuando se vislumbran las primeras grietas, se empieza a gestar una sensación de amor lacerante que se vuelve incómodo a la vez de pernicioso. Es entonces cuando se percibe algo similar a un sentimiento de traición y de abandono, quizás esa terrible sensación de haber perdido parte del tiempo y una gran parte de la vida con una persona que ha resultado ser desleal y nada condescendiente. Nuestros miedos y dudas son el peor enemigo y la falta de diálogo en la pareja una más que fácil incitación a que eso ocurra.
"Con los años la ilusión y el encanto se pierden, apenas los lazos de la convivencia y del cariño se resuelven como el más fuerte, sólido y digno empeño por el que trabajar en una la relación. El desamor, un mal amor o un amor traicionero acaban casi con toda seguridad en violencia si no se pone tierra de por medio "
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”