Con tanta exageración y alteración, con el abuso, la explotación sin límites a la que sometemos a cuanto nos resulta de provecho y con la tan escasa previsión o falta de equilibrio con la que se trata a nuestro entorno cuyas consecuencias aún desconocemos, ni tenemos claro lo que nos deparará en un futuro próximo, hemos optado por acabar suplantando una realidad fehaciente como es la naturaleza por un enorme espejismo. Este colosal decorado al que denominamos "entorno urbano" que hemos logrado levantar no es más que una confusa estampa, quizás la más atractiva cara de nuestros vicios, diversiones, gustos, nuevas prioridades, debilidades y producto de un escenario hecho en cartón piedra, simple apariencia y simulación, teatro en el que han cobrado vida una serie de figuras proyectadas que tratan de justificar tan descomunal representación. Ciertamente sin lugar a duda hemos convertido a nuestro planeta en un lugar inaudito, extraordinario y sorprendente, posiblemente único en el universo imposible de imitar por la propia naturaleza en el que a vista de pájaro lo primero que se percibe es la evidencia de vida y de seres "supuestamente inteligentes" con una cierta capacidad de "raciocinio" para alterar a antojo y en la medida de sus posibilidades cuanto le rodea. Sin duda la uniformidad nos aburre y lo que un día comenzó por ser una pequeña salpicadura de casas y pequeños pueblos esparcidos, hoy ha dado lugar en su evolución a una nueva forma de vida muy a espaldas al medio que nos dio la vida y aún nos alimenta. En dicha simulación se han establecido misiones y cometidos que han permitido estructurar una organización de mejora aportando solidez a toda esta escenografía que hemos acabado por asumir como cierta. En ella todo es tan ficticio como mentira, hasta nuestra propia imagen, la que mostrarnos cara a los demás, que apenas resulta sincera y acorde a nuestros principios llegando a aproximarse más a ese ideal de cómo nos gustaría vernos reflejados o en ciertos casos acorde a una necesidad que funciona y nos permite alcanzar muchos de los objetivos propuestos que consiste en asumir un roll por el que otros pagan. Esa falta de sinceridad nos place y satisface, quizás nos distorsione aún más el horizonte de la realidad efectiva, pero ¿de qué realidad hablamos...? ¿dónde está y cual esa supuesta y verdadera realidad a estas alturas, si es que existe? Estamos remplazando a nuestro entorno con una más que atractiva ficción, el eco y sombra de una pólvora que no es munición, simplemente nos acerca a una rutina de confortable comodidad.

"En épocas en las que la tiranía de reyes o emperadores, amos y señores del poder de los ejércitos no daban lugar a elección, no fueron apenas necesarios medios de convicción para ganarse al pópulo, se conseguía simplemente por la fuerza, pero cuando estas prácticas menguaron, se aportaron nuevos recursos que de igual manera lograrían el mismo fin, pero con el beneplácito de quienes serían también subyugues de su manipulación. Premeditar, tramar o planificar intencionadamente siempre ha sido algo más que un medio, una estrategia válida y efectiva que le ha llevado a los líderes a adoptarla como habitual recurso para perseguir ciertas intenciones, entre ellas el control, la manipulación y el beneplácito de las masas"

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”