Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
Resulta más difícil decirlo que hacerlo, lo cual no impide tener muy presente la importancia de saber manejar adecuadamente cada situación para que la respuesta de retorno sea amable o por lo contrario desagradable y violenta. Recibimos réplica en la medida y proporción a nuestra actitud y proceder, en ocasiones incluso multiplicada con creces, de ahí la imperiosa necesidad de cuidar los detalles y las formas para que el balance siempre pese a nuestro favor. Actuar con un comportamiento comedido, moderado y discreto o hablar y actuar de forma prudente con respecto a las circunstancias nos evita perder la compostura, llegar a sobreactuar y a tomar actitudes indeseadas o desproporcionadas. Hemos de entender que resulta difícil convencer y ser persuasivo con falta de naturalidad o credibilidad. Es fundamental no perder el respeto, ni tratar con descaro o desconsideración a la otra persona, menos aún tratar de intimidar, amedrentar o amenazarla con acciones agresivas posteriores o advertencias que puedan empeorar la coyuntura. No importa si la situación resulta altamente estresante, en cada momento se nos pondrá a prueba, se tentará a nuestra paciencia, pero en el equilibrio está la proporcionalidad y la respuesta racional. Las reacciones emocionales desmedidas empeoran las situaciones, son nuestro peor enemigo. En una discusión no se ha de buscar quién es el culpable o quién tiene la razón, lo mejor es evitar el enfrentamiento y no levantar la voz, mantener la calma, esa es la única manera de lograr que otros se tranquilicen. Es importante cuando uno actúa de forma desmedida saber frenar y si es necesario disculparte, ese será el mejor ejemplo para que los demás hagan lo mismo, o al menos ganar su respeto. Debemos reflexionar antes de decir algo, sobre todo en la forma y en el modo, pues una vez que ya se ha hecho un comentario o una sentencia hiriente ya no hay vuelta atrás, la reputación, la credibilidad y la consideración hacia tu persona desaparecen. Es imprescindible hacer un ejercicio de continua empatía pues esto retroalimenta. Al fin y al cabo, recibimos de lo que aportamos y aptitudes negativas únicamente devuelven reacciones destructivas. Si se presiente que una situación se vuelve estresante y que probablemente vaya a peor, lo acertado es tomar distancia y resolver el asunto lo más diplomáticamente posible, no consiste en huir que en ocasiones puede ser peor, sino en lo que cabe, aplazar la disputa hasta que las aguas hayan retomado a la calma, una vez perdida la compostura, el conflicto no tendrá vencedor.
"El mejor estratega no es el que acaba en guerra sino el que logra evitarla. Quizás seamos reaccionarios por naturaleza, porque tenemos una enorme facilidad para perder los papeles, por ello el conflicto allá donde surge se expande como la espuma"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”