Durante este largo período de cierta estabilidad y de bonanza económica mundial han ido creciendo nuevas generaciones de individuos que aparentan síntomas de debilidad, de ser perezosos, fácilmente irritables, engreídos, soberbios, poco capaces y con escasa fortaleza moral o sin la suficiente entereza para desenvolverse por sus propios medios en la vida debido a la facilidad que han tenido para disponer de todo cuanto han necesitado sin gran esfuerzo y a disfrutar de la comodidad en cada momento. Pero se está llegando a un punto de inflexión en nuestra historia reciente en el cual se están produciendo importantes cambios en el orden mundial que están redefiniendo el equilibrio de poder de las súper potencias y que trastoca como consecuencia el actual sistema económico. Muchos tratados y acuerdos armamentísticos y económicos se están diluyendo y redefiniendo a la vez que emergiendo nuevas fuerzas monetarias que desestabilizan de norte a sur y de este a oeste el marco del comercio internacional vigente. En el desarrollo de este entorno, las economías domésticas comienzan a atravesar ciertas dificultades, pues los precios comienzan a ser inestables y a estar sobre-evaluados y a la clase media le cuesta hacer acopio para cumplimentar la cesta de la compra para llegar a fin de mes, algo a lo que se le une la terrible incompetencia de una clase política con una deficiente falta de preparación y con la suficiente carencia de escrúpulos como para tomar el poder de manera ilegítima -se anulan resultados de elecciones, es decir lo que el pueblo ha elegido, en pro de lo que en realidad sostiene a un falso poder que ha quedado supeditado a un gobierno marioneta orquestado por los verdaderos poderes en la sombra que van de la mano de los multimillonarios capitalistas- y que ha perdido el miedo al conflicto social e intentan el enfrentamiento del pueblo contra el pueblo en favor propio. En tanto, se sufre de amnesia para recordad en qué manera la inestabilidad se acomoda con suma facilidad en las vidas de la gente y en la sociedad misma, lo cual hecha abajo los pilares de una democracia que creíamos duraría eternamente. Pero todo llegó con la corrupción, hay excesivos burócratas y demasiados reyes para los pocos peones que quedan, son los ya sacrificados trabajadores que como siempre son quienes en realidad pagan la factura del juego sucio y los excesos de una minoría. La justicia ha perdido la decencia y no menos el norte, todo tiene un precio y ahora está en venta. En este momento la igualdad ante la justicia se ha dilapidado. La propiedad privada es una sin razón, se van poco a poco esquilmando esas pequeñas parcelas de intimidad en la que cada uno se siente seguro que son sus hogares y los ciudadanos se encuentran el día menos pensado, que alguien les ha ocupado su vivienda. La información y la prensa están amordazadas adulando y riendo las pesadas bromas que a diario un aprendiz de tirano nos intenta colar a según qué interés haya de arrimarse y si es necesario destrozar toda una nación a costa de retener los hilos del poder. Ante tal circunstancia no hay más remedio que resistir y en ese empeño se prepara mentalmente una gran mayoría de la población que presagia la pésima situación. Se avecinan tiempos difíciles y nos queda tomar por bandera la palabra "Resilenca" que se ha ido poniendo muy de moda en referencia a la capacidad que se tiene para superar circunstancias traumáticas, pues es la única manera de potenciar la felicidad.

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”