Fondement dialectique et raisonné, origine de l'œuvre
El culto al cuerpo no es algo nuevo, ni una práctica que haya despuntado con el siglo XX, pero sí ha favorecido que proliferen gran cantidad de gimnasios y centros para el modelado físico y el cuidado estético. Por supuesto está asociado a periodos de estabilidad y de paz en los cuales la clase media ha logrado cierta prosperidad al poderse permitir el tiempo y la inversión necesaria para cuidar su imagen, algo antes impensable. Romanos, griegos o turcos fueron pioneros en crear espacios comunes en los que aparte de piscinas y ternas se disponía de “solariums” e incluso algo parecido a gimnasios para mantener la forma física y el tono muscular. La variante con respecto a nuestro tiempo son los avances tecnológicos y la inversión que la empresa privada ha dedicado a su mejora lo cual ha ayudado y favorecido para crear toda una industria especializada que abarca desde la venta de aparatos dedicados a desarrollar ciertas partes de la musculatura, conseguir la elasticidad, permitir rehabilitaciones o dietas y complementos vitamínicos, así como todo tipo de ungüentos farmaceúticos y láseres que eliminan las imperfecciones y afean la imagen. Hoy por hoy se podría considerar una de las industrias más exitosas y en las que más invierte el consumidor, sin duda forma parte de ese gasto que realiza para mejorar su calidad de vida y su apariencia física, siempre con el fin de encontrarse mejor consigo y con su propia imagen y a su vez retrasar el envejecimiento. Hoy en día, sentirse bien pasa por aparentar y verse bien delante del espejo, por ser admitido y tener éxito socialmente, de ahí que cada día hasta lo más imperceptible pase por hacer que le prestemos la atención debida y son muchos los chivatos que se empeñan en aguarnos la fiesta, pues hoy nuestros hogares están repletos de multitud de espejos que nos delatan. Hasta no hace mucho la apariencia física no fue algo primordial y hasta hace bien poco, lo fundamental era trabajar en horarios que abarcaban de noche a noche para sacar adelante a la familia. Todo ese gran esfuerzo físico era más que suficiente para dotar al cuerpo es una gran fortaleza, pero a cambio y con tantísimas horas de desgaste el cuerpo habría de cargar con un envejecimiento prematuro. Hoy nuestros trabajos mucho más cómodos, son por lo contrario perniciosos para el bienestar de nuestra salud. Nuestro ritmo de trabajo en la mayoría de los casos conlleva poca actividad física y muchos estrés mental lo cual es nada saludable. En el craso error de intentar compensar esta deficiencia, somos capaces de tomar nuestro vehículo para llegar hasta el gimnasio y hacer una hora de bicicleta estática y volver a casa de nuevo en coche, sin duda ésto es una incongruencia que pasa a su vez por buscar para nuestra alimentación componentes poco grasos y proteicos en tanto que digerimos una enorme cantidad de azúcares añadidos a todo tipo de alimentos. Dicho hábito anula todo esfuerzo por mantenerse en forma. El individuo es cada vez más consciente de que ha de cuidarse y que únicamente está en su mano su salud, difícilmente serán los supermercados o las farmacéuticas quienes velen por su cuidado de manera desinteresada y menos aún por aportarnos productos de calidad.
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”