Dialéctica y fundamento razonado origen de la obra
Comienza un período de incertidumbre en mi vida resultado por un lado de la falta de apoyos que carezco en mi entorno con respecto a mi deseo de dedicarme al arte y por otro del rumbo que han tomado las nuevas tendencias artísticas, en las que me resulta difícil encontrar méritos artísticos suficientes para obtener su admiración y simpatía. En este tiempo pinto, pero no con excesiva ilusión, desmotivado por falta de rumbo y de perspectivas a las que agarrarme. Llega ese momento en el cual me estoy planteando hacer un giro en mi forma de trabajar, olvidándome de lo conocido y aprendido hasta entonces, pero me encuentro perdido, desconozco las directrices que toma el arte moderno y doy palos de ciego. Comienzo a visitar exposiciones de artistas de vanguardia y reconozco que algunos no sé por donde cogerlos. Mi mente esta confusa y decido olvidarme de la perfección, deseo probar y ensayar, ser menos plástico y más discrepante.” Jarrón y perdices disecadas que adornaron el salón de la casa de mis padres.”
“No es una obra nacida de la desgana y del desdén, sino más bien del deseo de corregir un rumbo en la trayectoria de mi trabajo tomando como punto de partida y de referencia en la manera de hacer, la obra de -Cezane-. Intento centrarme en el color como él así lo hizo y que sea éste quien da forma a los elementos restando importancia a la perspectiva como también lo hizo -Picasso-. No pretendo el interiorismo de -Vermeer- en la melancolía de la luz, pero tampoco la estridencia del -Fauvismo-. No sé si el resultado es el esperado, pero no me convence por completo y eso me empuja a seguir buscando y probando nuevos por nuevos caminos.