Dialéctica y fundamento razonado origen de la obra
La propia naturaleza humana en su plenitud fuerza al hombre a ser enérgico. Éste necesita permitirse en ocasiones demostrar que es capaz de sobresalir de la mediocridad, de sentirse fuerte y poderoso. Bien ha aprendido, que no entendido, que ha de hacer fluir todo ese torrente de ambición y de egolatría hacia cauces que le eviten lamentables consecuencias. Ha sido capaz de crear eventos para la distracción pública, espectáculos en definitiva, en los que consigue deflagrar toda la tensión, la agresividad contenida y esa parte de eminencia que suele obtener aquel que logra sentirse vencedor, cuan de modo diferente esos impulsos tan sólo podrían exteriorizarse descarnando vilmente la vida de análogos, como ya sucedió en tiempos de los romanos. Pero por contra aún siguen existiendo individuos que no lograron superar la barrera del “arquicerebro” y recurren a ambiciosos planes conquistadores en pro de la falsa vanagloria colectiva, de ahí que aún hoy surjan sentimientos radicales de coacción que suelen recurrir a la fuerza y a la extorsión.
"Los potentes espectáculos de masas y más aún aquellos que suelen estar vinculados a la noche y a los vatios musicales, empujan al cuerpo a liberar una potente inyección de adrenalina que una vez superado el subidón emplazan al organismo a un estado de quietud y relax"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”