Dialéctica y fundamento razonado origen de la obra
Desconocemos si la globalización traerá consigo una concienciación mundial acerca de la necesidad de establecer unas normas básicas de convivencia que sirvan de directriz para guiar a todos los países y regiones del mundo de tal forma que nos permitan avanzar hacia un planeta más justo, algo que es imprescindible para construir el futuro. Pero cualquier toma de decisiones que vaya dirigida a alcanzar dicha meta ha de estar libre de prejuicios que eviten levantar barreras sobre matices diferenciadores que a la larga puedan desestabilizar gobiernos y con ello sus zonas de influencia. Todo el entorno mundial en su conjunto es responsabilidad individual y a la vez colectiva, nos afecta por igual a cualquiera de las partes y territorios y tan sólo existe una manera de lograr el equilibrio y no es de otro modo que manteniendo un escrupuloso respeto a esas diferencias. Nuestra mentalidad ha crecido, junto con nuestra educación, bajo estigmas que han nos hecho creer que existen en el individuo aspectos sobresalientes que hacen de unos mejores que otros o más o menos inteligentes, pero insignificantes argumentos son difícil de sostener en igualdad de condiciones. En realidad somos gotas de agua, parejos en todos los aspectos unos de otros, por ello hemos de re-educar nuestras mentes y conciencias para replantear la educación. Esta es la única manera por la cual llegaremos a entender que no ha de haber ni conquistadores ni conquistados, ni invasores ni invadidos, ni opresores ni aprehendidos y que el pasado tan sólo se ha de utilizar para construir un futuro evitando repetir los irresponsables errores de auto-estima que en su día se llevaron a cabo. Ello supone sin duda desprenderse de reproches o rencores que jamás conducirán a nada positivo y que tanto oriente, como más aún occidente, se han de aplicar a fondo para entender que las glorias del pasado no impulsan el futuro, que tan sólo se avanza y se mejora sumando, jamás restando. La población mundial está contenida dentro de zonas que se demarcaron artificialmente y que ahora impiden la libre elección de movimiento, algo que algún día nos parecerá de un absurdo y ridículo tal, que mirando al pasado nos daremos cuenta de que hemos estado retenidos en cárceles denominadas naciones que supusieron otro enorme error de los que el ser humano ha de aprender para subsanar. Establecer un gobierno mundial al margen de cualquier ideología política o religiosa que vele por los derechos y libertades básicas del hombre es una asignatura pendiente. El tráfico y la movilidad de masas es un hecho palpable, deseable e inevitable y la seguridad pasa por acuerdos mundiales si no deseamos retrotraemos al pasado.
“Nuestro planeta es el continente, nosotros tan sólo somos el contenido, asegurémonos al igual que lo hacemos con nuestros hogares, de salvaguardar tanto el global del continente como el del contenido.”
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”