Dialéctica y fundamento razonado origen de la obra
La ignorancia nos hace caer en el desacierto de convertirnos en adeptos, partidarios o incondicionales seguidores de quienes apenas han demostrado estar mínimamente preparados para liderar y dirigir proyectos de gran envergadura. La falta de tacto y juicio a la hora de seleccionar a sus representantes dentro de los grupos y organizaciones que pretenden liderar el gobierno hace que se caiga en el craso error de elevar a puestos de primera línea en la renovación de sus agrupaciones a aspirantes sin bagaje ni maestría, con la única cualidad apreciable de utilizar una oratoria fácil, ofensiva, principalmente difamatoria y cuya locuacidad logra confundir a cuantos creen que la palabrería es motivo más que suficiente justificado para defender la causa con la que pretenden lograr soluciones de trascendental relevancia y repercusión. Aspirantes cuya trayectoria en la mayoría de casos peca de opaca o poco transparente sin apenas carisma y a los que tan sólo se escoge por el atractivo, el encanto, la popularidad o la fascinación que ejerce su persona en pro de reunir el mayor número de votantes. Un sistema político que contempla como opción única para constituir gobierno las formaciones políticas, nos condiciona sin opción posible a tomar por electos candidatos impuestos con escasas cualidades a los que la formalidad de mantener aquellas promesas y compromisos formulados en campaña les dura lo que una noche de francachela. Hemos de asumir nuestra parte de responsabilidad si las cosas no se llevan a cabo tal y como se nos prometió cuando optamos a ser seguidores partidarios incondicionales de una u otra formación. El juego democrático no consiste en ser prosélito incondicional de alguien o algo, sino a descartar la opción que nos ha defraudado en el ejercicio de sus funciones, indistinto resulta el color o la ideología a la que represente si se forma parte de un sistema de alternancia política.
“Líder aún en proceso de gestación asumiendo plenas funciones de responsabilidad.”
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”