Dialéctica y fundamento razonado origen de la obra
El adoctrinamiento es el mejor recurso para reclutar súbditos. Somos fácilmente manipulables y cuando la información que nos llega, que se nos presenta o que se nos facilita está orientada a lograr propósito cualesquiera con un fin partidista intencionado, tan sólo es cuestión de otorgarle tiempo y algo de paciencia al desarrollo de toda una generación para que crezca con los ideales y principios pretendidos. El descontento es algo connatural al estilo de vida del ser humano y esa anomalía es el pilar en el que sustentan muchos ideólogos para alistar en sus filas a multitud de seguidores que apoyen sus maquiavélicos fines. Jamás se suelen poner en duda las prebendas y beneficios que conlleva el cambiar de sistema, se prefiere el cambio por el mero hecho del cambio con la obcecada idea de que siempre será mejor que el "status quo". El punto firme de casi todo adoctrinamiento se basa en la deformación y adecuación de los sucesos y acontecimientos presentes o pasados ya acaecidos con el fin único de que aparenten ser coherentes con la realidad que persigue la doctrina que lo difunde o proclama. Aderezando este elemento, el resto es ya la forma y el recurso habitual cobarde en que se prodigan los líderes bajo la infamia, fomentando la algarada, el desorden, la traición y la desobediencia por el mero y pseudo-satisfactorio hecho de negarse a la sumisión para así deshacerse de toda raíz o apego al grupo social al que permanece unido en pos de lograr una menor dependencia y como recurso a la errónea concepción de alcanzar un mayor nivel de libertad o lo que es lo mismo de menor imposición. Nos aterra la obligación y por muy pequeño que sea, todo compromiso nos ata y nos fuerza a adquirir responsabilidades, algo de lo que cada vez más... se huye.
"El estado ideal, quizás natural del ser humano sea la individualidad y la auto-suficiencia, pero ante la imposibilidad de subsistir bajo esa condición éste ha elegido libremente la agrupación. Toda asociación nace como trasfondo a un interés colectivo. La disgregación social, la desunión o el separatismo son consecuencia y efecto de un descontento real o manipulado de esos intereses generales en favor de intereses particulares. En situaciones y circunstancias en las que existe riesgo de perder las condiciones ventajosas que ello aporta, se reaviva nuevamente de manera creciente el sentimiento de unión. En cualesquiera de los casos las grandes agrupaciones son difíciles de sustentar, por lo que siempre existirá un tendencia hacia la escisión de masas en grupos de menor calado en los que resulta más fácil preservar esos intereses individuales."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”