"Hay suficiente en la tierra para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la codicia de algunos - Mahatma Gandhi". La energía es el motor que pone en marcha al mundo, al universo en general y son los sentimientos el motor que mueve y da sentido al ser humano. En tanto y cuanto éste sepa encauzar y controlar sus emociones de manera equilibrada con respuestas reflexivas que no le expongan al desconcierto y al trastorno, será capaz de conducir y salvaguardar su propia vida y su felicidad. Pretender alcanzar el exceso en cualquiera de sus modalidades nunca ha sido recurso beneficioso ni para él ni para su entorno, que indudablemente le afectará en igual medida. Es un enorme ejercicio de inteligencia alimentar los sentimientos positivos, la felicidad, el amor, la euforia, la esperanza, la motivación, la pasión, la satisfacción, el bienestar y el entusiasmo, apartando todo cuanto le suponga entrar en una espiral de sentimientos negativos que no le harán sino profundizar en un mar de adversidades, tales como: el enfado, la ira, el miedo, la preocupación, la tristeza, la culpa o el remordimiento, la frustración, la indignación y la vulnerabilidad o la inseguridad. Quizás aparente no ser tan fácil llegar a ello, pero sin duda todo pasa por establecer de vez en cuando un juicio de autocrítica, admitir la responsabilidad y consecuencia de sus actos y pensamientos y mantener la honestidad tanto hacia él mismo como hacia el prójimo, en definitiva se trata de adquirir una condición y una manera de vivir bajo valores constructivos. No cabe sino más que recurrir nuevamente a “M. Gandhi” para dejar bien claro que "La no violencia y la verdad son inseparables" que "El débil jamás puede ni sabrá perdonar" y que "No se puede dar un apretón de manos con los puños" en su caso para aseverar que ése es un estado al que se llega desde el interior de uno mismo, no se pueden buscar elementos, motivos y excusas fuera de sí que lo envuelvan o sustituyan porque esa no es sino la manera más hipócrita y cobarde de engañarse uno mismo.

"El ser humano en su condición de animal ha pasado de ser únicamente producto de actos instintivos a una conducta racional, pero su visceralidad sobrepasa a la racionalidad en una gran mayoría de ocasiones impidiendo moderar sus impulsos. Es perla capaz de crecer de algo insignificante, de irradiar iridiscentes y luminosos propósitos siempre que se lo proponga. Su manera de sentir le hace grande y le hace sentirse vivo."

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”