Dialéctica y fundamento razonado origen de la obra
Habrán pasado años, lustros, decenios o centenas y quizás durante todo ese tiempo hayamos encontrado razones que nos hagan pensar que nuestro intelecto ha ido creciendo y madurando hacia un nivel superior, que nos hayamos convertido en individuos más sofisticados, más cosmopolitas en consonancia a la época y los momentos que corren. Quizás pensemos ilusamente que hemos evolucionado y mejorado, que estamos mayormente capacitados y preparados que generaciones anteriores, pero todo ello no es más que puro humo, exceso de vanidad, altanería y petulancia y por supuesto nada más lejos de la realidad. Somos seres que hemos tenido la suerte de vivir una época de opulencia jamás antes conocida, dentro de un ciclo más o menos estable económicamente, dotados de mayores oportunidades, sin grandes conflictos y eso sí, mucho más tecnológicos, lo que ha ayudado a fomentar este increíble desarrollo. Nos apoyamos casi por completo en la ciencia, nuestra fe se ha visto suplida por una confianza ciega en lo empírico, pero seguimos cometiendo los mismos errores y seguirán siendo iguales equivocaciones las que nos hagan caer una vez tras otra por propio impulso, volviendo a tropezar nuevamente contra los mismos obstáculos cuando hacemos referencia al carácter y a la naturaleza refleja del instinto humano, en numerosas ocasiones envueltas en una completa testarudez y una estúpida obstinación. No diferimos mucho de cuantos aquí llegaron antes que nosotros y por lo que se ve, hay males que no se corrigen por el hecho de haber solventado ciertos impedimentos, más aún cuando obviamos y nos negamos a aceptar gran parte de la experiencia de nuestros predecesores. Pero existe todo un manual de instrucciones, un verdadero vademécum pedagógico subrepticio en la madurez y las palabras de nuestros progenitores, que por muy absurdas e ignorantes que estas nos parezcan, son código de vida en numerosas ocasiones desdeñadas por nos venir acreditadas por la mano de la ciencia. No erremos pensando que aquellos individuos que transitaron las urbes del vasto imperio romano o de ese gran emporio egipcio fueron mentes necias e ignorantes, sus capacidades mentales no distaron mucho de las nuestras actuales y sus cualidades manuales con mucho, mayores que de las que hoy día disponemos.
"El ser humano arrastra defectos congénitos que jamás ha logrado ni logrará solventar ya desde sus comienzos, mucho antes incluso del nacimiento de la civilización, algo que se ha vuelto consustancial y que lastrará su odisea sea cual fuere y donde quiera que sucediere"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras”