Dialéctica y fundamento razonado origen de la obra
Cuesta asumir que somos simple elemento material, origen o producto tangible y corpóreo que no trascenderá más allá de lo que nuestra naturaleza sea capaz de aguantar en su lento periplo de desgaste por la vida. Tampoco y al parecer estamos plenamente dispuestos a asumir nuestro impuesto destino con estoica resignación y conformidad o quizás sea por encontrarnos en continua discordia con el estatus en el cual nos ha tocado vivir, de ahí que de los pocos baluartes que se nos otorgan sin coste alguno como lo es la ilusión, se convierta en uno de los más sólidos pilares como potente impulsor a la hora de sobrellevar el esfuerzo y el sacrificio diario. A esta quimera se le añade un firme contrapunto que es la esperanza, una vaga o escasa certidumbre nacida del optimismo que promete sin garantía, posibles frutos a largo plazo arropado en los cimientos de lo que hemos acabado por denominar la "fe". A ella se circunscribe todo tratado y dictado religioso que recopila y alberga una serie de enseñanzas que pretenden principalmente participar de la búsqueda y la rectitud ética y moral del individuo aportando una leve inyección de aliento empapado en entusiasmo y que como contrapunto premia con alcanzar el paraíso, ese eterno nirvana e idílico Edén aún indefinido e indeterminado que no hemos sabido por menos localizar en el cual descansan las almas que han tenido a bien lograr la gloria divina o el súmmum en la liberación de la mente y del pensamiento. Nuestra evolución y desarrollo como civilización, el empuje de la ciencia y la tecnología han mellado en gran medida este mito eterno, desplomando de golpe y porrazo entre las nuevas generaciones cuanto en ello había de tradición, dejando a su vez al descubierto la gran debilidad moral de la persona, cuyo último reducto ante su incapacidad para sobrellevar la severidad y la crueldad de los acontecimientos trágicos que le acompañaban durante la vida, le incitaban al menos en última opción a recurrir al dogma espiritual y religioso como señuelo para apartarse de la difícil cotidianeidad.
"El edén se nos reveló colmado de cuantas propiedades y particularidades pudiese soñar todo ser humano, en él se compilaron todos esos ideales, ilusiones y las más amplias expectativas que se pudieran esperar al amparo de esa gran panacea que es la felicidad, pero siempre se nos antojó difusamente distante, tanto que nuestra impaciencia no tuvo la capacidad de esperar a la muerte para saborearla"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”