Dialéctica y fundamento razonado origen de la obra
Cuando formulamos acerca de qué fue lo primero en hacerse manifiesto si el tiempo o el espacio, en realidad con dicha pregunta estamos admitiendo que hubo un momento temporal y con ello que uno de los dos hizo su aparición con anticipación, en este caso dando validez al hecho de que el tiempo se anticipó al espacio. Pero esto que parece algo tan evidente nos plantea una nueva incógnita que parte de si realmente fue el tiempo el que apareció inicialmente, entonces no tiene sentido el concepto del universo como tal, pues nada puede existir y nada es posible fuera de la idea misma del universo incluido también el tiempo. Pero por otro lado conceder credibilidad al planteamiento de que haya existido el universo en un momento anterior al tiempo supone admitir que el universo fue posible sin él y que este hizo su aparición a posteriori, lo cual es incongruente. Sin el tiempo no pudo haber un antes o un después e incluso sin él, el espacio carecería de realidad, sería tan solo algo teórico puesto que el espacio es inconcebible sin tiempo. Todo espacio está impregnado dentro de una porción temporal sin la cual no tiene noción posible. El universo es el todo, son ambas cosas el tiempo y el espacio. Parece obvio pues que el espacio y el tiempo son dos magnitudes que aparentan ser inseparables y no se pueden entender de manera individual nada más que de modo teórico. Eso nos hace pensar que quizás sean la misma cosa. El hecho de que nosotros podamos generar definiciones individuales de cada una de ellas no implica que puedan ir por separado. ¿Podríamos acaso detener el tiempo...? ¿podríamos avanzar sin tiempo...? es posible que exista la posibilidad de cierto margen para variar o elongar estas magnitudes, cierta elasticidad y deformación por la atracción gravitacional de planetas, agujeros negros y otros factores varios, pero nunca podrán ser entendidas de forma separada. Por tanto, pensar acerca de cuál de ellas fue la primera en irrumpir en nuestra realidad resulta cuestión de lenguaje inútil e intrascendental, pura metafísica cíclica y recurrente que no conduce a ninguna parte. Si tenemos claro que el universo es tiempo y es espacio todo en uno, la idea del “Big Bang” no tiene sentido. Si este es infinito y no tiene límites, a igual modo tampoco lo ha de tener el tiempo. Quizás no hubo nunca un primer momento ni un espacio cero, al igual que no tiene por qué haber un fin del universo ni se agote el tiempo jamás. Nosotros, si somos elementos parte de ese universo y estamos sujetos a sus dimensiones de espacio y tiempo, pero el universo en sí mismo no tiene por qué estar sometido a esas dimensiones porque él es quien estructura esa dimensión. Hemos idealizado la idea de que en algún momento pudo haber un principio y esperamos poder encontrar ese punto de origen, pero quizás ese razonamiento sea totalmente equivoco.
"En ocasiones nuestros conceptos teóricos hacen de la realidad algo mucho más complejo. Puede que todo sea más simple de lo que imaginamos"
"”Ciencia y cosmos” es parte del título de una serie secuencial de obras que hacen referencia a aquellos logros y descubrimientos científicos o tecnológicos que le han permitido al ser humano obtener un salto cualitativo y cuantitativo en su desarrollo.”