Dialéctica y fundamento razonado origen de la obra
Esta incapacidad, por llamarlo de alguna manera, es inevitable y resulta inherente a la cultura del ser humano considerado como avanzado. Nace y se desarrolla en un entorno que le muestra y le educa haciéndole creer que es posible conseguirlo todo con una gran dosis de esfuerzo y de constancia, aún y a pesar de que todo cuanto le place no es todo cuanto podrá conseguir por sus propios medios, pues será la misma sociedad la que le pondrá obstáculos que le harán, a medida que avanza en su crecimiento, prácticamente imposible lograrlo, teniendo como único recurso en ocasiones optar por métodos nada éticos y ortodoxos para ganarlo que es la forma más directa de corromperlo. Lo peor de todo es que ya desde el mismo comienzo de la vida, al niño se le crean falsas esperanzas entorno a muchos objetos o puestos en la sociedad que no están al alcance de todos ya que en su momento se han pensado solo y únicamente para unas pocas élites y minorías. Pero ahí no queda este recorrido, lo peor de todo es que cuanto le sea posible adquirirlo y cuando lo consiga, acabará más pronto que tarde por no satisfacer sus expectativas una vez obtenido y aquello que no logre alcanzar, sin duda le hará caer en una perpetua insatisfacción, de algún modo le marcará de por vida y le generará un sentimiento de minusvalía psicológica que le puede llevar desde a cargar con un sentimiento de culpa que arrastrará por el resto de sus días, o incluso a sentirse incapaz e inferior o lo que sería peor, evolucionar a un resquemor que en cierta medida cambie su personalidad y le haga desprenderse de todo escrúpulo y prejuicio para convertirse en un individuo perverso. El dicho de "No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita" se ajusta perfectamente a este error que ha conducido durante muchos años a la filosofía de las sociedades occidentales a sumergir al individuo en el desengaño y a la desilusión. Si observamos detenidamente a unos pocos niños jugando en cualquier aldea perdida de África o países menos desarrollados, comparado con los caprichosos hijos de padres acaudalados de grandes ciudades, comprobaremos que unos con salir a la calle y poder hacer cosas en libertad les es suficiente para llenar su vida de júbilo, ahora por el contrario los hijos de padres acaudalados o incluso sin llegar a ese extremo, de familias de clase media, ni les es posible salir a la calle sin riesgo alguno y menos aún poder jugar si no tienen algún artículo que le acompañe en el juego, bien sea un muñeco o instrumento digital, hoy en día tan de moda. Pues sí, esta es una de la peores praxis que se le pueden aportar a un niño, el tener de todo sin desearlo, el obtener regalos a mansalva acumulados bajo un árbol próximo a la chimenea sin haberlos ganad,o sólo por la satisfacción que le proporciona a los padres la reacción de sus hijos al desembalar tanto paquete, es un error creer que ese niño en ese momento es inmensamente feliz.. Actuar de esta forma es simplemente una aberración para esas futuras personas que les impedirá sentir empatía, cercanía, conciliación o participación en grupo y sentimiento de humanidad, pues se volverán egoístas, acaparadores y codiciosos y servirá escasamente para congeniar y civilizar. Por tanto como conclusión tan sólo se puede deducir de ello que el sistema educativo primario que es la familia, ya desde su comienzo en sociedades consideradas como de progreso es puro fracaso y un descalabro.
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”