Dialectic and reasoned foundation, origin of the work
La apariencia que presentan los elementos es puro ornamento. Lo que nuestros sentidos reflejan no es ni más ni menos que un simple decorado que varía y puede variar con sencilla rapidez. Todo lo que estos perciben participa de un juego de construcción en el que participan miles de millones de átomos en constante lucha por permanecer estables dando lugar al aspecto definitivo de un objeto al que dotamos de una definición. El ser humano como cualquier otro ente u objeto de este sistema es resultado de ese engranaje y a pesar de que en un momento en el tiempo su configuración se disipe, sus átomos pasarán a formar parte de nuevos cuerpos, casi con toda seguridad con distinta apariencia. Sabemos que la energía no se crea, tampoco se destruye pero a igual modo la materia cambia de estado, no se llega a perder. Según Einstein la materia es una forma de energía y puede permanecer como tal una vez desestructurada o en su caso dicha energía generar nueva materia, pero en este proceso haría falta una descomunal cantidad de energía para producir una ínfima cantidad de materia y hoy por hoy esto tan sólo es reproducible en condiciones muy específicas dentro del universo. A otro nivel, la materia puede ser alterada, como así sucede en diferentes procesos que lleva a cabo el ser humano, sin cambiar su estructura molecular ni su masa pero presentando un nuevo aspecto, como en el caso de una hoja de papel troceada en pedazos.
"Disipación con alteración de la materia. Cuando parte de la materia de un cuerpo se pierde se disipa en forma de energía. En éste caso un cuerpo cambia su estructura atómica y molecular para adoptar una nueva forma a la vez que pierde parte de su masa."
““Ciencia y Cosmos” es parte del título de una serie secuencial de obras que hacen referencia a aquellos logros y descubrimientos científicos o tecnológicos que le han permitido al ser humano obtener un salto cualitativo y cuantitativo en su desarrollo.”