La ilusión es el motor que nos empuja y alienta en el empeño por la vida, es la mayor fuente de vitalidad, de intensidad y de ánimo. La esperanza y el deseo se resuelven como las mejores armas para alcanzar la grandeza de espíritu y eso le hace al ser humano sentirse por momentos semi-Dios. Pero existen situaciones y períodos en los cuales tal entusiasmo se agota, casi se apaga, flaquean las fuerzas y no son ni las tormentas ni lo son sus consecuencias quienes merman tales facultades, en ocasiones sin duda un acicate para renacer, sino el hecho de saber que todo aquello a lo que estábamos sujetos no aparenta ser más que un gigante con pies de barro a punto de desmoronarse en su propia debilidad. La ilusión nos hizo pensar que el fin de la crisis se pronosticaba cerca, que los días de penumbra y recesión doblegarían su tendencia y que nuestras vidas en algo mejorarían a pesar de quedar latente en el aire cierto presagio a sospechar que las cosas no habrían de ser como lo fueron con anterioridad. Cierto viento de euforia retenida planeaba en la mente de quienes esperaban con impaciencia un resurgir, pero la realidad de los hechos nos hizo entender con prontitud que tal premonición apenas tenía consistencia. Ni se había retomado la senda de la recuperación ni por supuesto mostraba indicios de estar superada. Por si todo ello pareciere poco, a ese esfuerzo psicológico y de desaliento ya menguado se hubo de sumar la amenaza de un agente patógeno que se propagó con rapidez, se hizo fuerte en nuestro organismo y nos obligó a estar retenidos y amordazados bajo el miedo, la tristeza y la fatiga emocional, un drama nada apto para los propensos a la depresión.

"Concluido casi el aciago y apenas benévolo año 2020, nos agarramos a la idea de pensar que aún resta cierto aliento de esperanza en la medida de no saber lo que depara el futuro más cercano."

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”