Dialectic and reasoned foundation, origin of the work
¡Ya nos gustaría que la vida fuera un interminable cuento de hadas...! Ese eterno sueño del cual uno jamás desearía despertar y en el que todos podemos sentimos en cierta medida protagonistas de un siempre maravilloso desenlace. ¡Pero esto no es así...! y por supuesto, por muchas alusiones que hagamos a la infancia, por muchos "Peter Pan" "Princesas" y héroes de cómic que pretendamos ser, la realidad es otra bien distinta. La madurez y el paso de los años ponen a cada uno en su lugar y por ende que las responsabilidades, en la mayoría de casos asumidas por voluntad propia, hagan que nuestros sueños de infancia se desvanezcan antes de que los podamos llegar a saborear. Tocamos la realidad en el momento en que la adolescencia nos hace espabilar, nuestros progenitores hasta entonces ya se encargaron de sacarnos las "ascuas del fuego" y de hacer todo mucho más fácil y sencillo, pero las hormonas se agitan y se revuelven, llega un momento en el cual nos asalta el atractivo sexual y se gesta el deseo de formar una familia o de tener, sin la necesidad de crear un vínculo familiar descendencia, o puede también que surja la aspiración de auto-reafirmar nuestra independencia y optar por adquirir un inmueble que por supuesto requerirá de aprovisionamiento de todo tipo de bienes de consumo, por necesidad o simplemente por capricho u apetencia, lo que nos supedita a la obligación y a la necesidad de buscar un trabajo para obtener el dinero con el que supuestamente costearemos tal aventura. Es entonces es cuando comenzamos a darnos de bruces con el apabullante escenario de la realidad, la de introducirnos a participar del entramado social, la de comenzar a adquirir consciencia de lo que supone ser persona "mayor", aquello que tanto se añora cuando aún es menor, la de saber que la emancipación y la autosuficiencia llevan implícito un precio. Sería estupendo dar la espalda a todo ello y mantenerse siempre en el status de vivir dentro de una burbuja, manera única de evitar que el paso de los años y el tiempo nos hicieran madurar, pero seamos realistas, todo ello tan sólo queda en un precioso eslogan vacío de realismo y un fatal error el que se comete cuando un padre trata por todos los medios de retrasar u ocultar a sus hijos. ¡No...! ¡No señor... los reyes Magos no existen...!
"Todo resulta más fácil cuando se observa desde una posición a salvaguarda del peligro, pero para saber afrontar y capear los riesgos ha de haber un aprendizaje y un recorrido que en la mayoría de casos conlleva el hecho de caerse y de que se produzcan heridas, algo que si se evita o se retrasa no hace sino prolongar la incapacidad del individuo para resolverse en la vida."
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”