Dialectic and reasoned foundation, origin of the work
Es evidente que el ser humano es fácilmente corruptible, algo que no depende ni de la cultura, ni de la posición, ni de la ubicación geográfica aunque sí lo es bastante de la coyuntura. Cierto es que los principios morales y éticos que ha recibido el individuo durante la su etapa de formación harán de el alguien más considerado y juicioso en este ámbito. Aspectos como la legalidad, el respeto, la fidelidad y el compromiso entre otros pasan por ser criterios sumamente elásticos dependiendo de en qué países, que educación y que ideologías políticas lo lideren. Gobiernos con sistemas rigurosos y de convicciones políticas o religiosas severas suelen ser más estrictos con estos términos llegándose a castigar con penas y condenas bastante elevadas, en tanto que en aquellos en los que reina cierto nivel de desgobierno y tolerancia las leyes pasan por alto su firme y cabal cumplimiento. En realidad la base de toda ley es la de establecer unas normas que pasan por ser de obligado e íntegro respeto para con ello garantizar una sana convivencia, pero en su ansia por alcanzar cuanto se añora o desea, al individuo no le tiembla el pulso en el momento de quebrantar sus compromisos y pautas que él mismo se auto-impuesto y se comprometió a respetar. Pero resulta curioso que en muchos casos los mismos legisladores y mandatarios son los primeros que dan erróneo ejemplo violando todo código establecido. Resulta sumamente beneficioso utilizar la falacia y el fraude como medio para enriquecerse, utilizar todo tipo de artimañas, maniobras y astucias, en definitiva el juego sucio para alcanzar lo que de otra manera sería imposible. Al no recibir serio castigo se vuelve sustancio y rentable delinquir, es más, en algunos casos se promedia el coste de pagar por el fraude cometido y responder por ello ante la justicia si no se le requiere reclamo o intervención de lo sustraído. Existen multitud de recursos para hacer que ciertos pleitos queden perdidos en el tiempo, bien por falta de pruebas, por fallos en los procedimientos y otras ingenierías legales que los abogados conocen o idean y alegan para encontrar la puerta trasera por la que escabullirse. El resultado... un pequeño gran pecado que permite al transgresor y delincuente vincular a su familia y futuras generaciones un pedacito de la riqueza de todo un pueblo.
"Despilfarro en las arcas públicas. La estructura de un estado no deja de ser una organización piramidal con la capacidad y la encomienda para gestionar la riqueza del país y que sólo funcionará correctamente dentro de la claridad, la seriedad y la honradez suficiente para no estafar a sus ciudadanos, evitando que cunda el mal ejemplo dentro de su amplio espectro"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza ésta serie de obras.”